Escudo de Colombia y texto de la Unidad para las Víctimas

Jóvenes caucanos transforman vidas a través del arte

Con guitarra y tambores en mano los integrantes del grupo “Son Parqueño” intentan arrebatarle los jóvenes a la violencia, mostrando una alternativa de aprendizaje y rescate de costumbres y tradiciones en Inzá (Cauca).

Los casi 20 jóvenes artistas usan los instrumentos entregados por la Unidad para las Víctimas como parte de lo acordado con el Sujeto de Reparación Colectiva (SRC) San Andrés de Pisimbalá (Campesino) cuyo plan tiene un avance cercano al 25% y una inversión superior a los 650 millones de pesos. Con ello la comunidad ha logrado unirse nuevamente en pro de su sanación emocional y la reconstrucción del tejido social.

“Organizados podemos lograr mucho, la resiliencia y el trabajo comunitario es lo más bonito que hay para ir sanando las heridas que ha dejado la guerra. Solo así podemos sentirnos reparados, desde adentro”, comenta María Pencue, una lideresa de la comunidad quien no duda en decir que la reparación “no es solamente un dinero ni un proyecto; la reparación es la sanación del alma”.

Para Sergio Leyton, integrante del conjunto musical que fue creado hace más de un año, es una oportunidad única para que otras personas puedan ir perfeccionando su arte por medio del aprendizaje: 

“Queremos crear un proceso de escuela y que el grupo sirva de inspiración para que tanto niños como adolescentes y adultos decidan iniciar su propio proceso musical, que puedan transmitir esos sentires a través de la música y que a pesar de las dificultades que el Cauca padece como el flagelo del conflicto armado, puedan cambiar esa realidad a través de la cultura y vislumbrar un nuevo horizonte de paz, donde la cultura sea el eje fundamental”.

(Fin/PVR/COG)