Escudo de Colombia y texto de la Unidad para las Víctimas

Mujeres víctimas de desplazamiento compartieron sus experiencias de sanación

En Buenaventura, Valle del Cauca, la Unidad para las Víctimas dinamizó un encuentro con mujeres que integran la organización Pomuna y la organización Renacer, con el fin de intercambiar experiencias y reconocer su poder transformador.

Encuentro de mujeres en Buenaventura, Valle del Cauca.

Con el acompañamiento de la Unidad para las Víctimas, un grupo de 35 mujeres indígenas y negras víctimas del conflicto armado se reunieron este fin de semana en Buenaventura, Valle del Cauca, allí se identificaron los hechos que vulneraron su integridad y sus derechos, al tiempo, que destacaron su poder transformador de las víctimas del conflicto armado para superar estas afectaciones.

De este espacio de reflexión hicieron parte mujeres del Consejo Comunitario de Cabeceras que conforman la organización Poder de Mujeres Unidas por la naturaleza (Pomuna), quienes fabrican y comercializan productos para la salud y la belleza derivados de plantas. Asimismo, participaron mujeres de la organización Renacer del Pueblo Wuonaan del resguardo indígena a Charpier Tordó, quienes elaboran artesanías en wuerregue y chaquiras.

“El hecho de reunirse mujeres es muy valioso, porque nosotras tenemos muchos valores y muchos derechos que no conocemos, no los hemos hecho valer. Todas acá somos del río San Juan y hemos sufrido las mismas consecuencias del conflicto”, dijo la lideresa de Pomuna, Epifanía Posso, quien destacó que en su organización “ni estando desplazados dejamos de hacer nuestros productos, siempre conservamos la tradición ancestral de extraer de las plantas lo que nos sana”.

La organización Pomuna está integrada por diez mujeres, que, aunque como asociación lleva un año de conformada, hace más de 14 años vienen realizando esta tarea.

Dentro del ejercicio de identificación de las violaciones a sus derechos, las participantes hablaron del impacto que ha dejado en ellas el desplazamiento forzado, la sensación de desamparo que esto ha conllevado, el temor por su seguridad y la vulnerabilidad en la que quedan muchas de las niñas, quienes en algunos casos son violentadas sexualmente.

Durante la jornada, la Unidad para las Víctimas socializó el Auto 092 de 2008, el cual tiene como propósito la protección de los derechos fundamentales de las mujeres desplazadas por el conflicto armado en el país, y la prevención del impacto de género desproporcionado del conflicto armado.

La directora territorial de la Unidad para las Víctimas en el Valle del Cauca, Rosiris del Socorro Angulo, resaltó, durante en este acto, en las mujeres sus procesos de resistencia y valor y las invitó a no desistir en la construcción de un camino de cambio y construcción con sus comunidades.

En la Unidad para las Víctimas “Cambiamos para servir” con el objetivo de seguir trabajando en acciones de cara a la implementación de una política que contribuya a la superación de los rezagos, brinde una reparación transformadora y le permita a quienes han padecido el conflicto armado acceder efectivamente a sus derechos.