La estrategia “Hilando” y “Rotando la Vida Más” sirvió para que más de 30 hombres, mujeres y adolescentes, víctimas del conflicto armado y residentes en el barrio Camilo Daza, de la ciudadela Juan Atalaya, identificaran los daños psicosociales, morales, políticos y económicos ocasionados por grupos armados al margen de la ley.
En ese sector del norte de Cúcuta, la Unidad para las Víctimas facilitó las herramientas psicosociales que permitieron a los participantes mitigar los daños mediante acciones simbólicas que contribuyen a la dignificación, reconocimiento y a la transformación de los supuestos que justificaron la violencia.
En esas jornadas, las víctimas “aprendimos a superar cosas que nos pasaron y por medio de esas orientaciones de la Unidad de Víctimas interactuamos, nos hicimos una familia, emocionalmente nos ayudó mucho para continuar con nuestro proyecto de vida”, señaló Jazmín Pinzón, una participante.
Así mismo, los jóvenes, mediante la metodología “Rotando la Vida”, se reconocieron como sujetos de derechos al amparo de acciones que favorecen la no repetición de los hechos ocurridos. “Estos encuentros nos permitieron reflexionar y ver la importancia que tenemos como ciudadanos y los aportes que podemos realizar a la sociedad desde nuestro formación y pensamientos”, dijo Laura Mantilla.
FIN (CEG/COG)
