Una miscelánea o una tienda. Ese es el sueño que se les cruza por la mente a Gloria Castillo y a su hija Paola cuando piensan en la posibilidad de tener una vida mejor. Ese es el anhelo que esperan convertir en realidad ahora que recibieron la indemnización de Gloria en una jornada especial realizada por la Unidad para las Víctimas hoy en Cali.
Gloria llegó a la capital del Valle del Cauca hace muchos años desplazada por la violencia desde Barbacoas (Nariño). Allá tenía su finca y sus sembrados. Pero el afán de poner a sus hijos a salvo la hizo enfrentarse a vivir en una ciudad que desconocía y donde tuvo que acudir a la solidaridad para poder sobrevivir.
Vendiendo aguacates y chontaduros logró la titánica labor, esfuerzo que le reconoce Paola al asegurar que su mamá es “una valiente, porque nunca la ha tenido fácil”.
Y justamente acompañada de una bolsa de chontaduros llegó Gloria hoy a la jornada. “A ella le gusta dar de lo poco que tiene, así llega a las citas médicas y así llegó hoy a lo que la Unidad la llamó, así no supiera para qué era. Los trae para compartirlos”, dice Paola.
Gloria es una de las 418 personas convocadas en Cali esta semana para la entrega de sus cartas de indemnización. Se espera que una vez notificados de esta medida, los beneficiarios puedan cobrar en el banco correspondiente recursos por el orden de los $4.500 millones.
En este espacio, la Unidad para las Víctimas hace énfasis en que todos los trámites con la entidad son gratuitos y no requieren de intermediarios.
En el Valle del Cauca se estima que el 12,8% de la población es víctima del conflicto armado. Desde que está vigente la Ley de Víctimas (Ley 1448 del 2011), se han entregado en este departamento indemnizaciones por $512.488 millones.
(Fin/LJA/COG/RAM)
