El pasado 18 de marzo se dio un hecho inédito para los niños, niñas y jóvenes de la comunidad de Chinulito, Cerro, Ceiba, y la vereda Arenita, jurisdicción del municipio de Colosó en Sucre, al celebrar el inicio del primer campeonato interveredal de fútbol de sus vidas, una tradición que no se vivía desde hace más de 21 años, desde aquel mes de septiembre del año 2000, en el que la violencia tocó con más fuerza las puertas de más de 300 hogares.
Hoy, aunque hay cicatrices en las generaciones mayores de esta comunidad, se respira un aire diferente, de esperanza y resiliencia, que es transmitida de padres a chicos, que son el presente y futuro en la construcción de un entorno próspero.
“Nosotros le hemos apostado a la paz y estamos trabajando por dejar atrás el temor, y a volver a confiar, catapultando ese trabajo que venimos haciendo desde los territorios desde hace muchos años, (…) no queremos que esa violencia horrible vuelva a suceder más nunca en ninguna parte del país”, manifestó Ligia Regino, integrante de AsoChinulito y miembro del comité de impulso del sujeto de reparación colectiva de Chinulito, Cerro, Ceiba y la vereda Arenita.
La adecuación y creación de las condiciones físicas de los escenarios deportivos y promoción en la realización de campeonatos nocturnos de fútbol y sóftbol es una de las acciones contempladas en el Plan Integral de Reparación Colectiva (PIRC), que se concertó con esta comunidad. Por lo anterior, la Unidad para la Víctimas entregó una dotación de implementos, equipos e indumentaria deportiva al comité de impulso para el cumplimiento efectivo de esta medida, que propende por la recuperación de esta tradición cultural.
“La Unidad para las Víctimas ha sido excelente para nuestro territorio y para todos los territorios, porque siempre han estado ahí para brindarnos el apoyo que necesitamos con los niños, en las dotaciones”, comentó Wilberto Luna, otro de los integrantes del comité de impulso y uno de los líderes sociales de la comunidad.
“Esta dotación deportiva que ahora recibimos es muy importante para los niños porque es de ahí de donde parte la paz (…) de un balón de fútbol, de un balón de básquet, y de otras cosas”, precisó.
Contexto de Chinulito y balance del SRC
Chinulito, Ceiba, Cerro y Arenita hacen parte de los corregimientos y veredas del municipio de Colosó, ubicado en la subregión de los Montes de María, en el departamento de Sucre. Esta zona del país fue muy golpeada por la presencia de diferentes actores armados al final de la década de los años 80 y a lo largo de los 90.
El 13 de septiembre del año 2000 marcó un antes y un después en la historia de Chinulito. Varios integrantes de la comunidad, en diferentes puntos de esta zona del país, fueron desaparecidos en un hecho que se conoció como “La Ruta de la Muerte”, y que dejó como resultado el desplazamiento de las más de 300 familias que por entonces habitaban en este corregimiento, una escena que se repetía a menudo en esta zona del Caribe colombiano. El miedo, el dolor, la incertidumbre y la impotencia fueron las secuelas evidentes que dejó este horrible capítulo de su historia.
Solo hasta el 2008, 86 de esas familias que sufrieron ese éxodo obligado comenzaron a retornar a sus hogares, con el firme propósito de recuperar lo que la violencia les arrebató: sus vidas. Liderazgos como los de Wilberto, Ligia, Albreis o Franklin, trabajan incansablemente por reconstruir su pueblo, sus ilusiones y un futuro mejor para esos niños que hoy jugaron el primer campeonato interveredal de fútbol de sus vidas.
EL SRC de Chinulito, Cerro, Ceiba y Arenita fue incluido en el Registro Único de Victimas (RUV) a través de la resolución 438581, del 10 de abril del 2014. El PIRC fue aprobado en el Comité Técnico de Justicia Transicional del 22 de mayo de 2014, en Colosó, Sucre.
El SRC contempla originalmente 22 acciones comprendidas en cinco medidas de reparación integral; faltan siete acciones por implementar, sobre las que se viene haciendo gestión permanente para el cumplimiento de parte de la Unidad para las Víctimas. Se ha alcanzado a la fecha un cumplimiento del 81%, materializando acciones en proyectos de generación de ingresos, infraestructura educativa y religiosa, subsidios de vivienda asignados a integrantes de la comunidad, realización de fiestas patronales y culturales propias, divulgación de la memoria histórica en acciones comunicativas para la recuperación del buen nombre, acciones simbólicas para conmemoración de las víctimas, desarrollo de planes de seguimiento de alertas tempranas para la no repetición, construcción de nuevos imaginarios para una realidad social no permeada por la violencia, entre otras que aún están en implementación.
Reparación Colectiva en Sucre
Desde el año 2013, han sido 32 los Sujetos de Reparación Colectiva incluidos formalmente en el Registro Único de Víctimas para el departamento. Cinco de ellos están en etapa de implementación (entre ellos el de Chinulito, Ceiba, Cerro y vereda Arenita); cuatro en fase de identificación, cuatro más en diseño y formulación, en caracterización del daño y, finalmente, 16 en alistamiento.
Los SRC del departamento incluyen a comunidades étnicas, afrodescendientes e indígenas, y comunidades campesinas; 14 de estos procesos cuentan con integrantes en sus comunidades que se reconocieron como indígenas en el RUV, o son pueblos exclusivamente indígenas (3); nueve más cuentan con integrantes afrodescendientes y otros nueve fueron registrados como comunidades campesinas.
La reparación colectiva ha sido dirigida a comunidades asentadas en corregimientos y/o veredas de municipios como San Onofre, Morroa, Coveñas, El Roble, Ovejas, San Benito Abad, San Antonio de Palmito, Colosó, San Pedro, San Marcos, Toluviejo y Sincelejo.
A la fecha, de los 5 procesos en etapa de implementación, los porcentajes de avance en el cumplimiento de las medidas contempladas en los PIRC van así:
- Chinulito, Cerro, Ceiba y vereda Arenita, Colosó; 81%
- Comunidad de Libertad, San Onofre; 39%.
- Comunidad de Pichilín, Morroa, 91%.
- Zona rural de Ovejas, Seis veredas: Medellín, La Coquera, Borrachera, Nueva Colombia, El Palmar, San Francisco); 78%
- Comunidad de los corregimientos Flor Del Monte y La Peña, en Ovejas; 69,5%
