Cerca de 350 estudiantes entre víctimas del conflicto armado, reubicados y retornados al territorio ancestral de Dokabú, en Pueblo Rico, Risaralda, se beneficiarán con una nueva entrega de dotación mobiliaria que recibieron por parte de la Unidad para las Víctimas para mejorar las condiciones locativas y mobiliarias en las sedes Gitó Dokabú y Gitochake.
Esta nueva dotación entregada por la entidad, a través de los proyectos de la Subdirección de Prevención y Atención a Emergencias, ameritó una inversión de 82 millones de pesos e impacta de manera directa a una institución educativa que ha puesto al servicio de la Unidad para las Víctimas sus instalaciones, en cumplimiento de los múltiples retornos que se han realizado al territorio.
“Estamos muy felices de poder recibir hoy estos elementos que van a impactar de forma directa en dos de las 20 sedes educativas que tenemos en la institución Intercultural. Muchas gracias a la Unidad para las Víctimas por estos elementos que van a ser muy benéficos para los estudiantes víctimas. Tenemos muchas carencias y con esto, sin duda, mejoraremos el servicio”, comentó al respecto la rectora de la institución educativa, Ana del Carmen Mena.
Archivadores modulares, pórticos multifuncionales para baloncesto y microfútbol, pupitres estudiantiles, sillas plásticas y para comedor infantil, tableros en acrílico, ventiladores, bibliotecas modulares, comedores, escritorios, lavaplatos y cocina industrial, armarios cajoneros y columpios, fueron los elementos entregados a la comunidad educativa.
Tanto la comunidad educativa en cabeza de la rectora como la entidad territorial, en este caso la Gobernación de Risaralda, que presentó el proyecto a través de la Secretaría de Educación, se comprometieron a hacer uso adecuado de los insumos, materiales y/o mobiliario entregado y a presentar un informe mensual del uso de estos.
“Este es un día muy especial, porque estamos reivindicándonos con una institución que nos ha colaborado en todas las fases de retorno que hemos hecho para esta zona del país; ellos siempre tienen abiertas sus puertas para apoyarnos y hoy podemos beneficiarlos con la entrega de esta dotación. Esto es un modelo integral de intervención territorial piloto de lo que podemos hacer desplegando toda la oferta de la Unidad para la comunidad ancestral”, concluyó el director territorial de la Unidad para las Víctimas en el Eje Cafetero, Luis Eduardo Torres Ramírez.
En la Unidad para las Víctimas “Cambiamos para servir” con el objetivo de seguir trabajando en acciones de cara a la implementación de una política que contribuya a la superación de los rezagos, brinde una reparación transformadora y le permita a quienes han padecido el conflicto armado acceder efectivamente a sus derechos.