Escudo de Colombia y texto de la Unidad para las Víctimas

Isabella logró su cambio de identidad

isabela_4

Isabella Trujillo Valderrama, exhibe con orgullo su nuevo documento de identidad, se trata de una cédula renovada, con nuevo nombre, número y sexo; para ella, la vida renace hoy a sus 60 años, luego de finalizar un proceso legal con la Registraduría Nacional y salir victoriosa.

“Soy caqueteña de Florencia, soy víctima, pertenezco a la Mesa de Víctimas del municipio de Valparaíso, he vivido acá por muchos años”, asegura ella, quien también hace parte de otros procesos de apoyo a la población con discapacidad, adultos mayores de su localidad y de servicio a la comunidad en general. Isabella se dedica a prestar servicios de belleza en su salón, y es muy reconocida en el Caquetá por su carácter y su importante incidencia en favor de las personas afectadas por el conflicto armado.

La lucha interna de Isabella por salir del mundo, al que ella considera irreal, inició siendo una adolescente de 13 años, cuando se marchó de su casa a buscar oportunidades de trabajo y más aun siendo niña, cuando experimentó el rechazo y maltrato de sus padres y de la sociedad por desarrollar libremente su personalidad.

“Anteriormente la gente no quería salir del clóset, a nosotros nos decían ‘los raros’, yo comencé a relacionarme con la comunidad LGBTI hace unos 20 años”, expresa la lideresa.

Una mujer LGBTQ+ al servicio de las víctimas en un territorio en conflicto

En el año 2002, Isabella fue desplazada junto a su pareja, de la región. “Siempre he sido pantalonuda, siempre he vivido enfrentando la situación, siempre con la frente en alto”. Para ella, los hechos sufridos por el conflicto armado nunca fueron un obstáculo para continuar con sus sueños.

La comunidad LGBTI fue una de las poblaciones más vulneradas dentro del conflicto armado, fortalecida por unos patrones de discriminación y estigmatización. “Y no merezco ese trato, todo el mundo me quiere, todos me respeta porque saben que yo soy muy colaboradora, muy trabajadora, una persona muy seria en mis cosas y para mí ha sido un éxito en la vida”, concluye Isabella.

Andes

El proceso para el cambio de identidad

El trámite para el cambio de documento tarda aproximadamente cinco meses, y no tiene costo alguno. Ella adelantó su proceso en el municipio de Morelia, Caquetá. “La comunidad LGBTIQ debe ejercer sus derechos, la Registraduría se encuentra adelantando una ruta para que reclamen sus derechos y no pasen vergüenzas; yo decidí hacerlo porque quería sentirme bien y quiero que de todo mundo me mire como lo que soy y gracias a Dios me siento muy contenta”, concluyó Isabella.

La reparación integral en la comunidad LGBTIQ+

En el marco del conflicto armado, la comunidad LGBTI sufrió daños que afectaron sus proyectos de vida individuales y colectivos. Para resarcir los hechos vividos, la Unidad para las Víctimas ha entregado 267 indemnizaciones administrativas a integrantes de esta población.

Más de 600 personas de la comunidad LGBTI han participado en las diversas estrategias de recuperación emocional que se desarrollan en el marco de las medidas de rehabilitación psicosocial.

Y también adelanta el proceso de reparación colectiva con cuatro organizaciones y grupos: Mesa LGBT Comuna 8 de Medellín que se encuentra en fase de implementación, Grupo LGBTI San Rafael de Antioquia y Comunidad LGBTI de El Carmen de Bolívar que se encuentran en fase de alistamiento; y Grupo Tolima Diverso de Chaparral quienes fueron reconocidos como sujetos de reparación colectiva el pasado mes de mayo.

En la Unidad para las Víctimas “Cambiamos para servir” con el objetivo de seguir trabajando en acciones de cara a la implementación de una política que contribuya a la superación de los rezagos, brinde una reparación transformadora y le permita a quienes han padecido el conflicto armado acceder efectivamente a sus derechos