Bajo la premisa de que es fundamental que las víctimas del conflicto armado puedan acceder a recursos y servicios de apoyo que les permitan abordar sus necesidades emocionales y reconstruir sus vidas de forma integral, la Unidad para las Víctimas trabaja para avanzar en el pago de indemnizaciones. Por eso, entre enero y junio de este año, la entidad entregó 8.367 millones de pesos en indemnizaciones administrativas a 1.082 víctimas del conflicto en Bogotá.
Volver a tener una vivienda propia y garantizar el estudio a sus hijos es la prioridad para Ana Flórez y Martha Villa, quienes tienen en común la marca del desplazamiento forzado, un hecho del que han sido víctimas casi siete millones de personas en Colombia. Las dos mujeres coinciden en que, si bien ninguna cantidad de dinero podrá reparar el daño causado por la violencia, la indemnización administrativa es un apoyo en la reconstrucción de sus proyectos de vida.
Aunque nunca imaginaron vivir en Bogotá, llevan ocho años en una ciudad que les ha sido difícil, pero a la que también llevan en su corazón porque fue el territorio que las acogió, así como a las más de 360.000 víctimas del conflicto que han llegado a la capital.
Ana Flórez es oriunda de Pueblo Nuevo, Córdoba, y mientras recibía la indemnización, en medio de risas que no ocultaban sus nervio, comentó que cuando la llamaron “tenía dudas”. “Ahora que estoy acá me siento agradecida con la vida. Si Dios me da la oportunidad espero regresar a la costa y allá comprar mi casita”, aseguró.
Por otro lado, Martha Villa, proveniente de Amagá, Antioquia, destacó el apoyo que ha encontrado en el proceso. “Este dinero para mi significa mucho porque sé que voy a hacer realidad muchos sueños que he tenido. Esto no me hace olvidar lo que viví, pero es una ayuda para salir adelante. Sí se puede”.
Desde que inició el proceso de indemnización administrativa a las víctimas del conflicto en Colombia, La Unidad ha realizado esta entrega a 58.040 personas en Bogotá, donde continuarán las jornadas masivas de entregas de indemnizaciones. También avanzan los procesos de asistencia y atención, pues vale resaltar que la indemnización no es el final de este proceso que busca garantizar una reparación integral.
En la Unidad para las Víctimas “Cambiamos para servir” con el objetivo de seguir trabajando en acciones de cara a la implementación de una política que contribuya a la superación de los rezagos, brinde una reparación transformadora y le permita a quienes han padecido el conflicto armado acceder efectivamente a sus derechos.