En el marco de la conmemoración del Día Nacional por la Dignidad de las Mujeres Víctimas de Violencia Sexual, la Unidad para las Víctimas en coordinación con diversas organizaciones y entidades territoriales, liderará y participará en actos simbólicos y homenajes que se realizarán en 19 municipios del país hasta el próximo 31 de mayo.
Con estos espacios, se busca generar una reflexión frente a los hechos de violencia sexual, los daños ocasionados y, especialmente, las luchas, resistencias y resiliencias de las mujeres víctimas en el conflicto, para contribuir con la memoria y reconocimiento de sus trayectorias de vida, como mujeres sobrevivientes de la guerra con un poder transformador que irradia vida y energía para no olvidar.
“Este camino es difícil, pero debemos hablar para sanar nuestro corazón. No importa de dónde somos, lo importante es quiénes somos nosotras porque somos resilientes, somos fuerza, somos amor, somos perdón. Eso somos las mujeres que hemos vivido y somos sobrevivientes de esta tragedia que nos pasó en nuestras vidas”, expresa María Quiroz, víctima de violencia sexual en el conflicto, oriunda de Córdoba y quien a pesar de haber sufrido este hecho victimizante, hoy es una lideresa que inspira y trabaja para que otras mujeres puedan transitar hacia la transformación de su dolor en el poder para perdonar y seguir adelante con sus vidas.
A través del sometimiento de los cuerpos, los grupos armados han ejercido dominación en los territorios y pareciera que no existe distinción de etnia, edad, ni condición. Es así como, por ejemplo, de las 34.067 mujeres que están en el RUV por violencia sexual en el conflicto armado, el 12,7% tienen algún tipo de discapacidad, el 79% son mujeres en edad adulta, el 2% son niñas y adolescentes, el 7,4% son personas mayores, el 21.2% se auto reconocen como negras o afrocolombianas y 6,3% son indígenas.
La violencia sexual ha sido utilizada en el marco del conflicto armado interno como una táctica de guerra que no se reduce al acceso carnal violento, se ha manifestado también en formas de esclavitud, la esterilización, el aborto y la prostitución forzada, entre otras degradaciones que han dejado huellas en los cuerpos de las mujeres víctimas de este hecho victimizante.
Martha (seudónimo) es una mujer víctima del Valle del Cauca, quien reitera que “las mujeres no somos un botín de guerra. Este 25 de mayo, además de ser un reconocimiento y ser conmemorativo por la dignidad de las víctimas de violencia sexual es la oportunidad para hacer un llamado a todos los entes gubernamentales, que se tomen todas las medidas, que se garanticen el acceso a la verdad, a la justicia, a la reparación integral y justa y a las medidas de no repetición de estos hechos que tanto daño nos ha hecho en nuestro país”.
Resaltar el poder transformador de las mujeres víctimas de violencia sexual en el conflicto armado, está dentro de las apuestas más importantes de la Unidad para las Víctimas. Seguimos trabajando para dignificarlas y reconocer su capacidad de cambiar las condiciones de vida de sus familias, comunidades y territorios; son las víctimas del conflicto armado quienes hoy deben tener la palabra, pues son quienes han dado segundas oportunidades y son el referente ético y moral para guiar al país hacia la Paz Total.
Te invitamos a visitar el especial web sobre esta conmemoración