Con proyectos comunitarios que mejoran la productividad, vías y escuelas rurales se afianza el arraigo de miles de víctimas que retornaron al municipio de Betulia, tras sufrir el desplazamiento forzado y otros hechos victimizantes en el marco del conflicto armado.
La obra más reciente que aporta al desarrollo socioeconómico es la entrega de una placa huella de 200 metros construida en la vereda San Mateo. Ahora, más de 400 habitantes del corregimiento Luciano Restrepo no tendrán que transitar por una “trocha polvorienta”.
“Estamos muy contentos porque esto aquí antes eran unos polveros y ahora tenemos una vía que nos sirve mucho a los campesinos y los jóvenes estudiantes que vienen a la escuela”, expresó satisfecho tras recorrer la vía, Alcirio Vargas, presidente de la Junta de Acción Comunal.
Las y los pobladores están motivados porque la placa huella también es una señal de progreso, ya que se entregó este mes al servicio de la comunidad antes de las próximas cosechas de café y otros productos agrícolas que podrán transportar desde las veredas para su comercialización en municipios antioqueños.
“En esta obra que aporta a la transformación de este territorio, se invirtieron 256 millones de pesos y se entrega en cumplimiento de los planes de retornos y reubicaciones que implementa la Unidad para las Víctimas en Betulia”, indicó Claudia Patricia Vallejo Avendaño, directora de la territorial Antioquia de la Unidad para las Víctimas. Por su parte, la alcaldía del municipio aportó 92 millones en mano de obra.
Estos planes de retorno y reubicación en los corregimientos de Cabeceras, Altamira y Luciano Restrepo, donde se han cumplido acciones como el fortalecimiento de la seguridad alimentaria y la productividad, con productos como aguacate y plátano.
También se cumplió con la entrega de dotación tecnológica y mobiliaria para 34 escuelas rurales y elementos biomédicos para el centro de salud de Altamira. Además, priorización del acceso a vivienda, salud y educación para las víctimas por parte de la alcaldía.
Inversión reparadora
Estas zonas rurales fueron priorizadas para su atención y reparación ya que miles de personas se desplazaron hace más de 25 años, cuando se intensificó la disputa entre grupos armados. En años recientes, centenares de familias regresaron de forma voluntaria tras ceder el conflicto armado.
Entre las acciones pendientes por cumplir están los proyectos de apicultura, avicultora, piscicultura, placas huellas y atención psicosocial para la población afectada por el conflicto armado.
En Betulia, donde habitan cerca de 11.000 víctimas del conflicto armado, la Unidad para las Víctimas ha invertido más de 15.494 millones de pesos en su reparación integral, incluidas 1.149 indemnizaciones económicas individuales y ayuda humanitaria.
Mientras que en todo el departamento de Antioquia, la entidad ha aprobado 109 planes de retorno y reubicación de desplazados en municipios priorizados. Gracias a estos, centenares de familias se han beneficiado con dotaciones para emprendimiento de más de 2.200 unidades productivas (negocios familiares) y proyectos comunitarios.
Entre estos están insumos agropecuarios, rehabilitación, construcción y dotación de escuelas, centros de salud, acueductos, casetas comunales, canchas deportivas, parques, placa huellas, fortalecimiento de organizaciones de víctimas y grupos artísticos, entre otros proyectos.
En la Unidad para las Víctimas “Cambiamos para servir” con el objetivo de seguir trabajando en acciones de cara a la implementación de una política que contribuya a la superación de los rezagos, brinde una reparación transformadora y le permita a quienes han padecido el conflicto armado acceder efectivamente a sus derechos.