“Yo quería contar esto hace tiempo, poder hablar con alguien. Ya siento alegría, ya lo pude relatar, ya no me lo llevo a una tumba cuando muera”, manifestó Ligia en el podcast que realizó durante el curso “Narrativas Sonoras para la Paz”.
Esta mujer de 70 años había cargado por años con el dolor del asesinato de su esposo y vio en la radio una herramienta para sanar. Durante tres meses, ella hizo parte de este curso radial que lideraron la Unidad para las Víctimas y la Universidad Pedagógica Nacional, en beneficio de sobrevivientes del conflicto armado residentes en Bogotá.
Esta iniciativa se consolidó como un espacio para intercambiar saberes, compartir los dolores y sufrimientos del conflicto de una forma segura. Los participantes aprendieron a narrar sus historias a través de la radio para construir memoria histórica desde sus propias voces.

“Durante 12 sesiones estuvimos acompañando las historias de familiares, territorios y todos los dolores que nos ha dejado el conflicto armado. De esta manera estamos aportando a la reconstrucción de la memoria histórica de las víctimas de este país y estamos sanando los territorios”, afirmó Katerine Gómez Jiménez, subdirectora de Reparación Individual.
La subdirectora agregó que, con talleres de dibujo, foto bordado, collage, activación musical y radio teatro, las víctimas tejieron una relación íntima como los personajes sobre los cuales querían hablar en su podcast, personajes como sus padres, madres y hermanos desaparecidos, sus esposos asesinados y sus pueblos violentados. Con esto, construyeron sus historias, algunas de dolor, de búsqueda, de esperanza y de justicia.

“A través del podcast, las personas que en algún momento fuimos víctimas en el marco del conflicto armado en Colombia, pudimos tener resiliencia, paz y tranquilidad”, aseguró Luz Marcela Escocia, una mujer joven, quien compartió cómo vivió la violencia en su pueblo, San Juan de Nepomuceno, Bolívar, durante su infancia. Ahora que pudo contar esa historia empezó a sanar el dolor y a dejar una marca importante en la memoria histórica del territorio que la vio nacer.
Por su parte, Angélica Vega, quien lleva 16 años buscando a su padre, afirmó que “por primera vez nosotras las víctimas estamos contando nuestras propias historias y no otra persona. Creo que este ejercicio nos ha permitido juntarnos en un espacio donde nos hemos sentido seguras”.
Temas recomendados
Con estas acciones, la Unidad para las Víctimas sigue avanzando en su compromiso de reparar y resarcir los daños a quienes han sufrido el conflicto armado. Este es un acto que tiene como objetivo empoderar el liderazgo y potenciar las historias de las víctimas, al reconocer la fuerza de su voz y aportar a la construcción de la memoria histórica.





