La Unidad para las Víctimas adelantó en Medellín, Antioquia, una jornada de preparación y escucha con víctimas de los bloques Minero y Bananero de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), un espacio con un enfoque pedagógico y restaurativo. Durante dos días, las víctimas compartieron sus vivencias, expresaron sus necesidades y reflexionaron sobre la importancia de los actos de reconocimiento y dignificación en su proceso de reparación.
En el espacio, liderado por el programa de Contribuciones a la Verdad, la Justicia, la Reparación y las Garantías de No Repetición de la Unidad para las Víctimas, se explicaron las diferencias entre la indemnización judicial y administrativa, se aclararon dudas sobre la priorización y las rutas de reparación, y se escucharon propuestas de las víctimas sobre los escenarios donde desean ser reconocidas y escuchadas: desde la Corte Suprema y la Presidencia hasta medios de comunicación y los propios canales de la Unidad.
Uno de los momentos más emotivos de la jornada fue la proyección de un video de alias “Cuco Vanoy”, excomandante paramilitar, en el que solicitó perdón a las víctimas. Aunque no fue un acto público con su presencia debido a su privación de libertad, el contenido generó reacciones profundas entre los asistentes. Como resultado, se acordó que en los próximos meses se realizará un acto de dignificación, como paso simbólico hacia la sanación colectiva.
La directora territorial de la Unidad para las Víctimas en Antioquia, Claudia Patricia Vallejo, expresó que “ese perdón debe venir del corazón, del alma, también de la racionalidad y de saber que tenemos que apuntarle a eso, a una justicia restaurativa, a una justicia de perdón y reconciliación”. Además, resaltó el valor de preparar a las víctimas para estos momentos, “porque el hecho no es hacer un acto por hacerlo, sino también que las víctimas sepan también recibir ese perdón, porque tienen dolor, tienen un dolor profundo todavía en sus vidas”.
Desde la voz de las víctimas, Bernarda Patricia, una de las asistentes, compartió que “Llegué maluquísima (…) pero mira qué cambio que se hace, porque ya lo están escuchando a uno. Espero que las otras reuniones que sigan sean así de productivas como esta”. Su testimonio refleja el impacto de esta jornada como un punto de inflexión en la búsqueda de justicia y verdad.
Con estas jornadas, la Unidad para las Víctimas reafirma su compromiso con la verdad, la reparación y la no repetición, acompañando con sensibilidad y respeto a quienes han sufrido las consecuencias del conflicto armado. Estas jornadas son un paso hacia el encuentro, la escucha mutua y la construcción de paz desde el reconocimiento.