El 2 de mayo del 2002, un cilindro bomba disparado por la antigua guerrilla de las Farc-EP estalló dentro de la iglesia de Bojayá, Chocó; allí se resguardaban quienes huían de las balas y del fuego cruzado, mientras se enfrentaban la extinta guerrilla con los paramilitares. Este hecho dejó el saldo de por lo menos 79 personas muertas, 48 de ellos menores de edad.
El departamento de Chocó es una de las subregiones con Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial (PDET) según lo establece el Acuerdo Final de Paz. Con 14 municipios, Bojayá uno de estos, concentra por lo menos 112.000 víctimas del conflicto. Allí, la Unidad para las Víctimas y las entidades del Sistema Nacional de Reparación Integral a las Víctimas (SNARIV), siguen trabajando para dignificar a quienes fueron afectados con ocasión del conflicto, para cambiar y transformar sus proyectos de vida, en miras hacia la Paz Total.