Escudo de Colombia y texto de la Unidad para las Víctimas

La música llega como instrumento de reparación a víctimas en Concordia (Antioquia)

Con emoción y sonrisas en sus rostros, los jóvenes que aspiran a ser músicos desempacaron los nuevos instrumentos que aparecieron relucientes y, en sus diestras manos, sonaron los acordes de trompetas, saxofones, flautas, guitarras, tambores y marimbas.  

Para los jóvenes que integran la banda marcial y la escuela de música del municipio de Concordia, el arte también aporta a resarcir los daños causados por la violencia y recuperar los lazos sociales y culturales que los unen a su tierra.

Gilmar Álvarez es uno de ellos. Para él la música es el mejor pasatiempo y podría ser la vocación para el resto de su vida, la cual inició una nueva etapa en este pueblo del suroeste antioqueño. Relata que allí se reubicaron hace varios años porque “mi familia fue desplazada de Salgar cuando la guerrilla los hizo salir y había mucha violencia”. 

Desde hace tres años estudia música y le gusta tocar el redoblante en la banda marcial. Este es el instrumento que desempacó el día que llegó la dotación musical que entregó la Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas en cumplimiento de una acción del plan de retorno y reubicación de población desplazada.

Los nuevos instrumentos “nos permitirán ampliar la cobertura de los semilleros de música en las escuelas y las veredas, llegar a mejorar la vida de niños, jóvenes y personas mayores”, afirma Giovanni Andrés Loaiza, quien se inició como músico en estos grupos y ahora es profesor.

En Concordia, la cultura y, como parte de esta la música, tiene tradición. Sin embargo, durante muchos años la confrontación entre las guerrillas y los grupos de autodefensa interrumpieron tradiciones y silenciaron los instrumentos cuando miles de personas abandonaron el pueblo.

Ahora que centenares de desplazados han regresado o se han reubicado hay un interés por fortalecer los grupos artísticos y el arraigo por el municipio donde se repite la expresión que “por cada familia hay un músico”. 

Por eso, emocionado tras la llegada de la dotación de instrumentos, el gestor cultural Luis Fernando Vasco Vergara posó “muy feliz porque la música también es un instrumento reparador donde nuestros jóvenes, entre ellos muchas víctimas, volverán a arraigarse y recuperar la tradición cuando las familias se reunían en sus casas en torno a las guitarras punzadas”.

El plan de retorno y reubicación de desplazados en Concordia tiene otras acciones implementadas como apoyo a campesinos con insumos agrícolas y avícolas, recuperación y la dotación mobiliaria y tecnológica de las escuelas rurales.

Según Wilson Córdoba Mena, director de la Unidad para la Reparación a las Víctimas en Antioquia, “seguimos avanzando en la recuperación del tejido social en más de 30 municipios focalizados con estos planes de retorno y reubicación para que las víctimas que regresaron permanezcan en sus tierras con mejores condiciones de vida y vuelvan a ser productivas”. 

En este municipio antioqueño, que registra cerca de 3.000 víctimas del conflicto armado, la entidad ha invertido más de 1.300 millones de pesos invertidos en su reparación integral.

Fin/JCM/COG