Escudo de Colombia y texto de la Unidad para las Víctimas

La Unidad para las Víctimas le cumplió a las víctimas del Eje Cafetero en 2023

Al cierre de la vigencia 2023, la entidad presenta un positivo balance en cumplimiento de sus programas en los departamentos de Risaralda, Caldas y Quindío.

Este año, la oferta institucional de la Unidad para las Víctimas en el Eje Cafetero sufrió un vuelco hacia la implementación del enfoque diferencial desde los distintos componentes.

Fruto de ello es el fortalecimiento de los lazos institucionales y comunicativos en la relación con los pueblos ancestrales Emberá que participan de los procesos de reparación colectiva y retornos y reubicaciones.

En relación con los retornos sobresalen las entregas de los esquemas especiales de acompañamiento (mobiliario para sedes educativas) en las comunidades del Resguardo Unificado Gitó Dokabú, sede Dachi Dada Kera por valor de 30 millones de pesos y el Intercultural Dokabú por valor de 85 millones. Asimismo, en Mistrató, sedes Alto Chata tuvo una entrega por valor de 28 millones y la de Humacas Medio por 30 millones.

En este componente se destaca, además, el cierre de los Planes de Retornos y Reubicaciones en los municipios de Norcasia y Marquetalia en el oriente caldense y de Pereira en el departamento de Risaralda, estos son los primeros tres planes en cerrarse a nivel nacional con una inversión de 704 millones para la implementación.

En lo referente a la reparación colectiva, es imprescindible destacar la protocolización, validación y aprobación de cinco planes: San Daniel y sus 22 veredas, y los étnicos: Chamí Unificado, Gitó Dokabú, Cañamomo Lomaprieta y Escopetera y Pirza.

También, sobresale en el aspecto del enfoque diferencial indígena, la firma del convenio interadministrativo con el Resguardo Ancestral de San Lorenzo para la implementación de medidas de satisfacción y garantías de no repetición, logrando que sea la misma comunidad indígena la que ejecute la operación logística de algunas acciones contenidas en el plan.

Otro aspecto para destacar es la entrega de kit cafetero para el corregimiento de Arboleda, lugar donde la Unidad para las Víctimas viene trabajando de la mano de este sujeto de reparación colectiva.

Frente al componente de participación, la entidad también ha estrechado los lazos con los líderes de víctimas de los tres departamentos, realizando el acompañamiento en los procesos de inscripción y elección de 26 mesas municipales en Caldas, 11 en Quindío y 14 en Risaralda, y las tres departamentales.

En esta dirección territorial se ha venido realizando un intenso trabajo de acompañamiento a las mesas de participación, especialmente frente a los temas de socialización del protocolo de participación y la incidencia que tienen en los Planes de Desarrollo Territoriales con los nuevos mandatarios.

En el componente de contribuciones a la verdad uno de los aspectos más sobresaliente a lo largo de la vigencia fue el apoyo y acompañamiento al Acto Público de Reconocimiento de Responsabilidades por parte del Estado ante los integrantes de la familia Caisales Dogenesama, por los hechos acontecidos con los hermanos Luis y Leonardo Caisales.

Asimismo, la actividad denominada Juntanzas en donde por primera vez se unieron las víctimas retornadas de la vereda El Congal, de Samaná, y los reubicados de La Dorada, que pertenecen a Asodespaz, en Caldas, para compartir historias y seguir tejiendo sueños a la par de la reconstrucción sus vidas.

También es posible afirmar que este año se ha entregado el monto más alto históricamente en indemnizaciones.

En total y con corte al mes de noviembre la territorial en el Eje Cafetero ha logrado entregar 3.833 cartas de indemnización a igual número de víctimas, lo que significa una inversión de la entidad de 40.843 millones de pesos, 4.000 millones más que el año pasado y faltando aún contabilizar las jornadas de entrega del mes de diciembre.

Con la finalidad de que las víctimas del conflicto armado no deban desplazarse grandes distancias para recibir a su carta de indemnización especialmente en el departamento de Caldas, mes a mes la Unidad ha desarrollado jornadas de entrega en La Dorada, Pensilvania, Samaná, Marquetalia y Riosucio.

También, se abrió el Punto de Atención a Víctimas en el municipio de Riosucio, Caldas, evitando el desplazamiento de la población hasta la localidad de Supía.

A esto se suma la firma de la carta de entendimiento entre la Unidad y la Corporación Universitaria Santa Rosa de Cabal (Unisarc), un acuerdo que apunta a la búsqueda de beneficios directos para las víctimas que tengan interés en estudiar carreras profesionales con énfasis agropecuario.

La realización de las “Olimpiadas por la Vida”, una actividad con la cual se conmemoró el Día Nacional de las Víctimas por parte de la Mesa Departamental de Caldas, fue un espacio en el que se evidenció una forma diferente de conmemorar estas fechas especiales, con actividades lúdicas y deportivas como sapo, tejo, voleibol, y juegos de mesa.

Finalmente, ha sido trascendental para la territorial todo el apoyo prestado en el proceso de retornos masivos en las fases 4,5,6 y 7 que se realizaron en la presente vigencia con población víctima indígena que retorna desde la ciudad de Bogotá de la mano de la Unidad y otras entidades hasta sus territorios ancestrales en los departamentos de Risaralda y Chocó.

“Estos pueden ser algunos de los logros más destacados de la Unidad en el territorio cafetero, pero tenemos muchas cosas por resaltar, lo mejor de todo este proceso es que seguimos evidenciando el poder transformador de las víctimas, su arraigo territorial, la resiliencia y su lucha por la igualdad social, ellos tienen por seguro que cuentan con una entidad humana y de puertas abiertas para trabajar en equipo por el cumplimiento por sus derechos”, expresó Luis Eduardo Torres Ramírez, director territorial de la Unidad para las Víctimas en el Eje Cafetero.

En la Unidad para las Víctimas “Cambiamos para servir” con el objetivo de seguir trabajando en acciones de cara a la implementación de una política que contribuya a la superación de los rezagos, brinde una reparación transformadora y le permita a quienes han padecido el conflicto armado acceder efectivamente a sus derechos.