Escudo de Colombia y texto de la Unidad para las Víctimas

Víctimas en la Agenda: La titánica labor de buscar a las y los desaparecidos del conflicto armado

La directora de la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD), Luz Janeth Forero, es la invitada del décimo episodio de ‘Víctimas en la Agenda’. La metodología que se aplica para buscar a las y los desaparecidos en el marco del conflicto armado, las herramientas y estrategias para acelerar esa búsqueda y los avances de la gestión de la UBPD, son algunos de los temas sobre los que habló Forero.

Víctimas en la agenda con la la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD).

El dolor perpetuo, además de la incertidumbre, soledad y desesperanza extremas, hacen de la desaparición forzada uno de los hechos victimizantes más atroces. De las 9.593.356 personas incluidas en el Registro Único de Víctimas (RUV), hay 193.198 víctimas que viven con el desasosiego de no saber el paradero de sus familiares, o al menos si están vivos o no.

Desde 2016, producto del Acuerdo de Paz con las Farc, la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD) se encarga de dirigir y coordinar esas labores de búsqueda de quienes desaparecieron el marco del conflicto armado colombiano.

La UBPD, uno de los tres mecanismos creados por el Acuerdo de Paz, tiene como misión, por 20 años, buscar a las personas desaparecidas antes del 1º de diciembre de 2016. Se trata de una institución humanitaria y extrajudicial, es decir que no se encarga de persecución penal ni de identificar a los responsables de las desapariciones, cuyo principal propósito es “aliviar o contribuir a aliviar el dolor y el sufrimiento de miles de familias que tuvieron la desgracia de haber tenido un desaparecido en su hogar”, según comentó la directora de la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD), Luz Janeth Forero.

La funcionaria fue la invitada al décimo capítulo de Víctimas en la Agenda, un programa en el que entrevistamos a funcionarios, académicos y expertos sobre diferentes temas de interés para las víctimas del conflicto armado. El capítulo ya está disponible en los canales digitales de la Unidad para las Víctimas y en este, la directora de la UBPD describe la desaparición forzada como “el crimen más horrendo que se puede cometer”, teniendo en cuenta que es un delito permanente.

“La desaparición cesa cuando aparece la persona que desapareció y, mientras eso no pase, el delito es vigente, el dolor es el mismo y el sufrimiento es intenso”, añadió Forero sobre este hecho victimizante por el que pidió además “evitar el negacionismo”. En la entrevista, la directora explicó también la metodología, estrategias y zonas donde hay mayor despliegue operativo para acelerar la búsqueda de las personas dadas por desaparecidas, así como la importancia del trabajo interinstitucional y los avances en la gestión de la institución.

Sobre los territorios, Forero señaló que, si bien ninguna región del país fue ajena a la dinámica de la desaparición, hay presencia directa en 26 territorios, en especial en los departamentos con las tasas más altas de registro de este hecho victimizante: Antioquia, Meta, Valle del Cauca, Casanare, Cesar y Norte de Santander.

“En estos lugares los equipos territoriales de la UBPD son mucho más robustos, más grandes y están de cara hacer la atención a las múltiples de familia que nos contactan”, señaló la directora de la Unidad, quien mencionó también el reto de recuperar las personas que quedaron a campo abierto. “Es clave, porque las economías extractivas están cambiando totalmente el paisaje y los desastres naturales, y después ubicar esos lugares puede ser mucho más difícil”, agregó.

Para esa focalización se adelantan unos planes regionales de búsqueda, que son una estrategia con la que se definen las acciones concretas para hacer los procesos de búsqueda particular en cada territorio. “En este momento contamos con 30 planes regionales de búsqueda que se acogen a las dinámicas y a los contextos como se dio el conflicto armado en el país. En el marco de estos planes regionales de búsqueda empieza o se concreta la búsqueda como tal y es importante enfatizar que la búsqueda es compleja y más cuando estamos buscando a personas que pudieron haber desaparecido hace 20, 30 o 40 años”, expresó Forero.

Respecto a la metodología, la directora de la UBPD indicó que el acopio fuerte de información es el primer paso del proceso. Información que remite la familia y que debe ser triangulada, contrastada y verificada con múltiples fuentes para así llegar a los sitios de interés donde se adelantan los procesos de localización y de prospección que, aclaró, es “lo que las personas conocen comúnmente como la exhumación o la recuperación de los cuerpos”.

En la entrevista, Forero exaltó los aportes que hizo la Comisión de la Verdad para afinar sus estrategias y el trabajo interinstitucional con entidades como el Instituto Nacional de Medicina Legal, la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), la Fiscalía General de la Nación, la comunidad internacional y la Unidad para las Víctimas, que acompaña en las acciones psicosociales para que la búsqueda sea también “un acto de dignificación de las víctimas”.

“La UBPD no busca sola. No puede buscar sola a más de 104.000 desaparecidos. Sería una tarea imposible si no hay apoyo, cooperación y trabajo conjunto”, aseveró la directora de la Unidad sobre la sinergia en la que está incluso el sector financiero debido a sus bases de datos y otros elementos que pueden aportar a la búsqueda.

En este momento, la UBPD se encuentra en un ejercicio intenso de construir el universo de las personas que se están buscando. En este momento tienen cerca de 30.000 solicitudes, y el principal reto es disminuir la brecha entre el universo de personas y el número solicitudes. “Es un ejercicio de construcción y un desafío titánico contar con ese universo, que, en primer lugar, corresponde a los cruces de información entre instituciones que históricamente han recogido información sobre desaparecidos”, destacó Forero.

En cuanto a cifras, desde la Unidad resaltan que hay alrededor de 6.000 familias o personas que han aportado su muestra de sangre para el proceso, la recuperación de unos 1.200 cuerpos; la entrega digna de más de 200 personas a sus familias y haber encontrado con vida a 20 personas con vida. Como conclusión, la directora de la UBPD reiteró que la desaparición forzada es el crimen más aterrador y subrayó el impacto social que generó.

“Es la violación de derechos más atroz de la guerra, porque finalmente no tiene afectaciones individuales. Tiene afectaciones familiares, sociales y comunitarias. ¿Cuál era el propósito de desaparecer a las personas?”, cuestionó Forero, quien considera que con la desaparición se buscaba generar control, terror, estigma y miedo, no solo contra una persona, sino contra una comunidad.

Forero concluyó que todo el trabajo que realizan tiene un carácter confidencial, para garantizar la seguridad de las víctimas y de las personas que aportan información para ayudar a la búsqueda, y pidió a las familias buscadoras no caer en estafas por parte de las redes que solicitan dinero a cambio de acelerar la búsqueda.

En la Unidad para las Víctimas “Cambiamos para servir” con el objetivo de seguir trabajando en acciones de cara a la implementación de una política que contribuya a la superación de los rezagos, brinde una reparación transformadora y le permita a quienes han padecido el conflicto armado acceder efectivamente a sus derechos.