Escudo de Colombia y texto de la Unidad para las Víctimas

Atención y reparación a víctimas de minas antipersonal, una prioridad de la Unidad para las Víctimas

La Unidad para las Víctimas reconoce el impacto desproporcionado que el conflicto armado ha causado a los heridos por minas antipersonal, munición sin explotar y artefactos explosivos, así como a las familias de quienes fallecieron por este hecho victimizante. En ese sentido, avanza en los procesos de atención, indemnización y recuperación emocional, mientras examina las operaciones de desminado humanitario en las zonas más afectadas por este flagelo.

Hombre sosteniendo la prótesis de brazo de otro hombre

Los artefactos explosivos siguen restringiendo los sueños y proyectos de vida de cientos de colombianos, en especial de quienes habitan los departamentos más afectados por el conflicto armado. En su más reciente boletín trimestral, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) alertó sobre las consecuencias y secuelas de las minas antipersonal, como el confinamiento, el desplazamiento, las afectaciones psicológicas, la zozobra y el acceso a servicios básicos.

Mileyni Ramírez Guevara es una sobreviviente de minas antipersonal y su historia es ejemplo de coraje y tesón. En mayo de 2005, luego de salir de la escuela, en el camino hacia su casa se metió a una trocha cerca del corregimiento La Gabarra, en Tibú, Norte de Santander, y pisó un artefacto explosivo sembrado en el césped. Como consecuencia de ese infortunio tuvieron que amputarle su pierna derecha. 

En ese momento se truncó su sueño de niña de pertenecer al Ejército. Sin embargo, como dice, fue “una oportunidad de vida, porque después del accidente logré otras metas y propósitos. Con apoyo de muchas organizaciones e instituciones poco a poco he logrado mis proyecciones, que tocó reenfocarlas en otros temas”. Desde ese momento, Mileyni asumió el liderazgo de Asovivir Norte de Santander, que agrupa a los sobrevivientes por minas antipersonal de diferentes departamentos de Colombia.

Por historias como las de Mileyni, desde la Unidad para las Víctimas se viene advirtiendo sobre la extrema situación de vulnerabilidad de quienes han adquirido algún tipo de discapacidad en el marco del conflicto armado. En este grupo poblacional, la entidad ha reconocido el impacto desproporcionado de la violencia y la vulneración masiva de sus derechos fundamentales, motivo por el que además se han incluido en la categoría de sujetos de especial protección constitucional. 

De las 9’492.472 millones de víctimas incluidas en el Registro Único de Víctimas (RUV), hay 12.228 víctimas de Minas Antipersonal, Munición sin Explotar y Artefacto Explosivo improvisado. De ese total se están atendiendo a 10.197 víctimas que cumplen con todos los requisitos de la Ley 1448, mientras se analiza el proceso de desminado que adelantan las entidades encargadas de esa operación para evitar que se mantenga el ritmo de crecimiento de víctimas. 

Portrait of handicapped business executive using digital tablet in office

Solo en el primer trimestre del año el CICR registró 73 víctimas, 18 de ellas fallecidas por minas antipersonal, restos explosivos de guerra, artefactos explosivos lanzados y detonación controlada. Los hechos se registraron en nueve departamentos, entre los que preocupan Nariño (20 víctimas), Norte de Santander (18), Cauca (9) y Antioquia (6), que fueron los que más víctimas reportaron.

Esto, debido a que las cifras coinciden con los departamentos en los que se concentra la ocurrencia de este hecho victimizante, siendo Antioquia, con 2.727 víctimas, la región con el panorama más alarmante. En la lista también se encuentran Meta (1.298 víctimas); Nariño (1.294); Caquetá (1.029); Norte de Santander (1.025); Cauca (981); Arauca (775) y Putumayo (610). (Ver infografía con la información detallada sobre las cifras de víctimas)

Luis Azcárate, director de Gestión Social y Humanitaria de la Unidad para las Víctimas, fue citado este mes al Congreso para una audiencia pública sobre desminado en el país. En su intervención, destacó el cumplimiento de la tarea misional de apoyar y asistir a las víctimas a través de giros y otras acciones de reparación. Además, señaló que se está trabajando en romper los confinamientos que son producto de este temor.

“Estamos contactando y atendiendo a las víctimas, y recogiendo la información. Evidentemente, la Unidad está empeñada en cumplir con apoyar el retorno de las comunidades desplazadas de sus territorios”, dijo Azcárate sobre una de las zonas que más presenta minas antipersonal: el Guaviare. “Con el resguardo Nukak estamos empeñados en contribuir articuladamente para retornar familias alrededor de San José del Guaviare”, añadió. 

El funcionario se refirió también en su intervención a que en los más de 30 municipios confinados “vamos a romper el confinamiento” mediante la llegada de ayuda humanitaria y toda la oferta de atención que tiene la Unidad. Oferta que resalta Mileyni, quien recibió “atención psicosocial y apoyo en el tema de ayudas humanitarias al núcleo familiar”, según cuenta.

Y es que, además de haber sido víctima de minas antipersonal, Mileyni y su familia fueron desplazados por la guerra. “Mi mamá era cabeza de hogar y las ayudas nos sirvieron para arriendos y alimentación. Después pude participar y ser beneficiaria de un crédito condonable para víctimas del conflicto. Después tuve participación en diferentes espacios. Ser líder no es fácil y el apoyo no es solo a mí sino a mi familia y la asociación”, destaca.

Como el hogar de Mileyni, la Unidad ha hecho entregado ayudas humanitarias inmediatas a 137 hogares, por un monto total de $89.040.971 entre 2013 y el 30 de abril del 2023. Y desde 2012 hasta el 30 de abril de 2023, se han realizado 926 giros de ayuda humanitaria a por $1.199.125.921 a víctimas de minas antipersonal y sus familias. 

De ese total, se han hecho 246 giros por valor de $ 311.181.128 a víctimas que manifestaron autorreconocimiento étnico y, en cuanto a indemnizaciones administrativas, a corte de mayo de 2023 se han realizado 1.038 giros por $19.216.633.474. Estas no son las únicas medidas de reparación, pues desde el grupo de enfoque psicosocial se diseñó la Estrategia de Recuperación Emocional Grupal, para brindar acceso a la medida de rehabilitación psicosocial a víctimas que se encuentran en la ruta de reparación individual, a la que han accedido 443 víctimas.

En la Unidad para las Víctimas “Cambiamos para servir”, con el objetivo de seguir trabajando en acciones de cara a la implementación de una política que contribuya a la superación de los rezagos, brinde una reparación transformadora y le permita a quienes han padecido el conflicto armado acceder efectivamente a sus derechos.

En el siguiente enlace podrán conocer a fondo las cifras de este fenómeno: https://www.unidadvictimas.gov.co/especiales/MinasAntipersonal/index.html