Escudo de Colombia y texto de la Unidad para las Víctimas

La Comuna, una finca ejemplo de paz en Pereira

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La Unidad para las Víctimas y la Mesa Municipal de Víctimas de Pereira conmemoraron junto a cinco familias afectadas por la violencia, una familia reincorporada y tres familias campesinas, que habitan en la finca La Comuna, el Día Nacional de la Memoria y Solidaridad con las Víctimas del Conflicto Armado.

El lugar ha sido un ejemplo de convivencia y paz para el territorio, en el que todos los actores involucrados durante años en la cruel temática de la violencia han logrado llegar a acuerdos para convivir en armonía y poder alimentarse de los frutos que esta fértil tierra les brinda.

“Estas nueve familias que compartimos este pedazo de territorio no saben otra cosa diferente que trabajar para salir adelante; desde el año 2009 que llegamos, logramos reconstruir nuestros hogares y consolidar unidades agrícolas familiares de las cuales vivimos y además con las cuales hemos apoyado momentos difíciles de otras familias necesitadas, por ejemplo, en pandemia”, expresó Jhon Jairo Ramírez, uno de los ocupantes del predio.

Este predio está en cabeza de la Sociedad de Activos Especiales, y gracias a la organización propia las familias lo tienen parcelado para ocupar y cultivar un área de  cuatro hectáreas y media por núcleo, en el que  cerca de 40 personas conviven  con la esperanza de ser propietarios del predio que tanto han trabajado.

Por su parte, Luis Eduardo Torres, director territorial de la Unidad para las Víctimas del Eje Cafetero, argumentó: “El concepto de la felicidad que a muchos de nosotros nos ha sido esquivo, justamente se comienza a materializar en este tipo de eventos que reflejan la resiliencia de las víctimas del conflicto. Son ustedes un ejemplo de innovación y creatividad que, trabajando de manera mancomunada, han logrado consolidar un verdadero tejido social que apunta al perdón y la Paz Total”.

En el desarrollo de la jornada tuvieron lugar varios espacios de recuperación emocional como la telaraña y la línea de tiempo, mediante los cuales, los presentes afloraron sus emociones y dieron a conocer sus hechos victimizantes, que además sirvió  para solidarizarse con personas que han vivido experiencias similares en medio del trato absurdo de la guerra interna.

“Solicitamos a la Unidad que esta conmemoración fuera justo en esta zona rural, para visibilizar el trabajo y el esfuerzo de resistencia y resiliencia que las víctimas del conflicto demuestran cada día; esto para superar su estado de vulnerabilidad y salir adelante con sus proyectos de vida; ellos son un ejemplo de reconciliación y trabajo en equipo que nace desde sus diferencias”, concluyó sobre la jornada Astrid Sabogal, coordinadora de la Mesa Municipal de Víctimas de Pereira.

La jornada se cerró con el embellecimiento de una de las casas del predio, en el cual se elaboró un mural, significado del trabajo en conjunto de estas nueve familias, la mesa y funcionarios, que plasmaron en su gráfico, el poder transformador de las víctimas.