Escudo de Colombia y texto de la Unidad para las Víctimas

Treguas mediante el deporte: un laboratorio de Paz Total en Buenaventura

La Unidad para las Víctimas acompaña la construcción de cuatro escenarios deportivos en los barrios El Ruiz, Muro Yusti, Alberto Lleras y Juan XXIII. Los espacios esperan convertirse en un símbolo de esperanza y respaldar las intenciones de paz de los grupos delictivos que hacen presencia en estos sectores

Aunque Buenaventura es el puerto marítimo más importante de Colombia, que mueve más de la mitad de las exportaciones que llegan al país, y el municipio con mayor extensión del Valle del Cauca, con más de 6.000 km², desde finales del siglo XIX sufre los embates del desempleo, inequidad latente, déficit de servicios públicos, disputas territoriales y abandono estatal, entre otros males, que se tradujeron en todas las formas de violencia.  

A pesar de la riqueza de sus condiciones geográficas y naturales, el conflicto armado menguó el potencial de Buenaventura. Para tomar una dimensión de la situación, basta revisar algunas cifras del Centro de Memoria Histórica del periodo más crudo de la guerra, entre finales del siglo XX e inicios del XXI, cuando se registraron 26 masacres, 4.799 homicidios y 444 desaparecidos. Y luego de la desmovilización paramilitar, que fue el actor armado que más se ensañó contra el municipio, la situación fue más compleja por la cruel y violenta disputa territorial entre grupos armados. 

Los barrios más pobres de Buenaventura fueron el escenario de los enfrentamientos, que solo se redujeron con las intenciones de paz y posteriores acuerdos por parte los grupos delictivos que hacen presencia en sectores como Juan XXIII, Alberto Lleras, El Ruiz y Muro Yusti. Esto, sumado a la presencia estatal cada vez más amplia, abre paso a una nueva era de esperanza para el municipio. Así lo explica Diego Grueso, director de Gestión Interinstitucional de la Unidad para las Víctimas, quien enmarca en la Paz Total el proceso de reparación que hoy viven los bonaverenses que más sufrieron los impactos de la guerra. 

“Una vez llega el Gobierno de Cambio, se aceleran procesos y pactos de no agresión en varios sectores de Buenaventura”, destacó Grueso, quien resaltó el mandato del Gobierno hacia las instituciones involucradas con la reparación a las víctimas para que desde la misionalidad presenten su oferta a los sectores beneficiados por los acuerdos y lleven “un mensaje de que la Paz Total sirve para que el Estado entre a garantizar derechos”. 

La necesidad de renovar los espacios urbanos de los barrios más afectados de Buenaventura se gestó en los Diálogos Regionales Vinculantes del Pacífico, en los que el Gobierno recogió insumos para el Plan Nacional de Desarrollo que recién aprobó el Congreso. Durante ese proceso, la directora de la Unidad para las Víctimas, Patricia Tobón Yagarí, propuso focalizar la atención a la población de Buenaventura mediante soluciones integrales y respaldar así la voluntad de paz de las bandas criminales que se unieron al llamado de la Paz Total. 

En ese contexto, la Unidad para las Víctimas acompaña la construcción de cuatro escenarios deportivos, que buscan ser un soporte para ese ejercicio de convivencia y desarrollo social, con enfoque de prevención, en los cuatro barrios beneficiados. El proceso se adelanta junto a la Alta Consejería de Paz, la Alcaldía de Buenaventura y Pastoral Social. 

Las intervenciones pretenden disminuir los factores de riesgo y mejorar las condiciones de los sectores beneficiados, para avanzar en la superación de la vulnerabilidad. Las canchas deportivas, explica el director de Gestión Interinstitucional de la Unidad para las Víctimas, verán sus frutos en “la prevención en diferentes escenarios de violencia”, además de consolidarse como “una plataforma de gestión con otras instituciones”.

El llamado de Grueso fue a que, a la par de este trabajo, las distintas instituciones gestionen otros asuntos comunitarios, culturales y procesos productivos como herramienta de gestión, prevención y protección. “Buenaventura en su totalidad tiene diferentes grados de incidencia de la violencia. Escogimos cuatro sectores donde hay unos fuertes enfrentamientos y son escenarios de violencia, pero que también tienen una dinámica social, comunitaria y un acompañamiento organizativo importante”, indicó el funcionario.   

Entre los compromisos de la Unidad están los aportes económicos y logísticos para los materiales con los que se construirán los escenarios deportivos, así como el trabajo comunitario mediante el seguimiento, bajo un enfoque de prevención y soluciones duraderas, el acompañamiento y fortalecimiento de las acciones con las comunidades beneficiadas por los espacios.

Las cuatro canchas  

El primer escenario deportivo está ubicado en el barrio El Ruiz, con un valor apoyado por la Unidad para las Víctimas de 638.493.619 millones de pesos. En medio de la época lluviosa, que ha impedido el desarrollo del cronograma, así como en las demás construcciones, hay un 25% de ejecución de la obra. De acuerdo con las solicitudes de la comunidad, se prevé como un escenario para la realización de torneos deportivos, retomar prácticas tradicionales y permita practicar otros deportes diferentes al futbol pues en el barrio saben del potencial de cuenta con un atleta a nivel internacional.  

La cancha de Juan XXIII tiene la particularidad de que está en un sector comercial del barrio, donde se ubican mujeres cabezas de hogar a vender diferentes productos, por lo que la Alcaldía de Buenaventura se comprometió a reubicarlas y mejorar sus condiciones laborales. El espacio se dispone con un uso múltiple, dado que es un sector muy transcurrido, por lo que el objetivo es también abrirles espacio a los grupos culturales del sector, para evitar riesgos de reclutamiento forzado. La Unidad aportó 34.677.530 millones de pesos para la construcción, que tiene un porcentaje de ejecución del 10%.  

En el barrio Alberto Lleras hay un 5% de avance de la construcción para la que la Unidad contribuyó con 110.799.969 millones de pesos. Las necesidades y proyecciones de la comunidad son que el escenario logre imponerse como un espacio protector para los menores de edad y por lo tanto desde la Alcaldía se remitirá una propuesta para el uso del tiempo libre. En los espacios de diálogo previo, los residentes del barrio también solicitaron la creación de proyectos incluyentes con posibilidades económicas y espacios de formación para el cuidado del medio ambiente, teniendo en cuenta que el barrio está rodeado de esteros y manglares. 

Por último, está la cancha del barrio Muro Yusti, con un valor apoyado por la Unidad de 7.281.172 millones de pesos. Para el espacio, el interés tanto de las instituciones como de los beneficiados es que se fortalezca el trabajo social y comunitario y que los esfuerzos se expandan a otros ámbitos, dado que de acuerdo con la comunidad hay muchos problemas estructurales que requieren priorización.  

En ese sentido, el director de Gestión Interinstitucional apuntó que existe un esquema de cooperación desde las diferentes entidades que hacen presencia en Buenaventura y que, en cuanto a la Unidad, la Dirección Territorial del Valle del Cauca está aprovechando estas intervenciones para tener un oído en tierra. Según concluyó, la institución “está todo el tiempo acumulando información, que le permite trabajar desde la oferta que tenemos con las unidades móviles e ir programando jornadas de atención para que la gente vea en qué estado están sus procesos de registro, ayuda humanitaria, indemnización”.

En la Unidad para las Víctimas “Cambiamos para servir” con el objetivo de seguir trabajando en acciones de cara a la implementación de una política que contribuya a la superación de los rezagos, brinde una reparación transformadora y le permita a quienes han padecido el conflicto armado acceder efectivamente a sus derechos.