Escudo de Colombia y texto de la Unidad para las Víctimas

En Nueva Colonia se levantó un monumento en memoria de las 46 víctimas durante masacre de las bananeras

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En la vereda La Piña, ubicada en Turbo, Antioquia, se realizó la entrega del monumento al sujeto de reparación colectiva Nueva Colonia, subregión de Urabá.

La figura entregada tiene como objetivo recordar y dignificar a las 46 víctimas de las masacres ocurridas en marzo de 1988, durante las incursiones paramilitares en el sector conocido como Punta Coquitos, fincas bananeras Honduras y La Negra.

Esta masacre marcó el inicio de una serie de hechos perpetrados en la región de Urabá y una violencia que se incrementaría en la década de los 90 junto con otras masacres que recuerda Colombia.

Las 13 comunidades, distribuidas en 20 veredas del corregimiento de Nueva Colonia, hacen parte de este colectivo y se reunieron para reconstruir sus proyectos. Lo hicieron mediante el fortalecimiento de los espacios comunitarios y sus prácticas tradicionales, luego de que el conflicto armado truncara las diferentes formas productivas que tenía el corregimiento, uno de los más grandes de Turbo.

De acuerdo con Dora Cano, integrante del comité de impulso del sujeto, “esta medida del monumento, en memoria de las víctimas de las masacres ocurridas en 1988 son un paso más en esta ruta de reparación colectiva”.

Por su parte, Cecilia Durango considera que el monumento y espacio del parque, permitirán convocar a toda la comunidad y a que las nuevas generaciones sepan lo que sucedió. “Con este monumento a nuestras víctimas no las queremos dejar en el olvido, queremos que todo el mundo las recuerde”, expresó.

Durante la jornada, además de reflexionar sobre los hechos ocurridos y recordar a las víctimas, se llevó a cabo un acto de oración que unió a las familias en torno al monumento que contiene los nombres de las 46 víctimas y el recuento de los hechos ocurridos en ese fatídico mes de marzo.

Andes

Memorias de la masacre

“En la madrugada del 3 de marzo de 1988 un grupo de hombres, fuertemente armados, ingresaron a las fincas Honduras y La Negra, en el municipio de Turbo, en la zona bananera del Urabá. Forzaron las puertas de los campamentos en los que descansaban los trabajadores, llamaron a cada víctima con lista en mano y los obligaron a ubicarse en fila. Pocos minutos después, los fusilaron para luego rematarlos con un disparo en la nuca. Asesinaron en total 17 trabajadores en Honduras, y dos más en La Negra”. Este testimonio anónimo, quedó grabado en una de las placas del monumento, tal como lo quiso la comunidad. 

Lo que se ha logrado a través del Plan Integral de Reparación Colectiva

Dentro de los principales avances presentados con este sujeto no étnico se destacaron los proyectos implementados, entre estos se destacan una granja avícola con capacidad para 5.000 gallinas ponedoras, el proyecto piscícola, la entrega de insumos agrícolas y dotación de instrumentos musicales para uso de las y los jóvenes del colectivo y recuperación de prácticas tradicionales.

Nueva Colonia hace parte de los colectivos en Colombia que posee un banco de maquinaria entregado como medida de reparación y que está compuesto por un camión y un tractor. Estos elementos se han convertido en elementos indispensables para fortalecer las formas productivas del corregimiento.

El Plan Integral consta de 42 medidas de rehabilitación, satisfacción y no repetición, que se vienen implementando dentro de la ruta de reparación colectiva que se inició en octubre del 2014.

Cabe anotar que, a partir de estos hechos reseñados en la Corte Interamericana de Derechos Humanos, se derivaron procesos judiciales de quienes aparecieron como responsables.

Así mismo, esta comunidad reconoció la evidente recuperación de la confianza y la construcción permanente del tejido social y comunitario, logrado y cimentado a través de la estrategia psicosocial “Entrelazando”, liderada por la Unidad para las Víctimas.

En la Unidad para las Víctimas “Cambiamos para servir” con el objetivo de seguir trabajando en acciones de cara a la implementación de una política que contribuya a la superación de los rezagos, brinde una reparación transformadora y le permita a quienes han padecido el conflicto armado acceder efectivamente a sus derechos.