Escudo de Colombia y texto de la Unidad para las Víctimas

“El desafío es reparar lo irreparable”: presidente de la JEP

La Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) ha recibido a 9.875 personas de las FARC; 3.840 de fuerza pública, y 184 personas entre civiles, agentes del Estado diferentes a fuerza pública y protesta social, con quienes han suscrito actas de compromiso dentro los 11 casos que adelanta.

Entrevista Roberto Vidal, presidente de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP).

El presidente y magistrado de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), Roberto Carlos Vidal, habló en el programa de la Unidad para las Víctimas, ‘Víctimas en la Agenda’, sobre los aportes de este tribunal en la reforma a la Ley 1448, la justicia restaurativa y las sesiones de la CIDH en Colombia en el mes de octubre.

¿En qué consiste el modelo de justicia restaurativa que implementa la JEP?

La JEP nace en el 2016, tras el acuerdo de paz con las Farc-EP y una de las innovaciones de esta entidad es que no es un castigo de justicia ordinaria, sino de justicia restaurativa, en donde más que el castigo, es la reconciliación del país. Para la JEP, el sujeto central son las víctimas. Este tribunal se debe a las víctimas, a lo que ellas solicitan y a las luchas que han desarrollado durante tantos años. Por eso, nosotros a los grupos, organizaciones o víctimas individuales les ofrecemos la oportunidad de participar en nuestros procesos desde el comienzo hasta la sentencia y la imposición de las sanciones.

Cuando se tienen los procesos, las víctimas están invitadas a conocer a participar, a conocer las pruebas y discutirlas, formulando preguntas, a asistir a las audiencias, a intervenir y a encontrarse con los comparecientes. Tienen la posibilidad de expresar sus opiniones, contar los daños que sufrieron, sus sufrimientos y tratar de obtener por parte de los perpetradores, verdad exhaustiva y detallada sobre lo ocurrido y reconocimiento.

La sociedad tiene en su imaginario que la única forma de castigar a alguien que comete un delito es la cárcel ¿Cómo profundizar en la sociedad que existe otra forma de aplicar justicia?

La idea de una justicia diferente a la justicia ordinaria nació de la experiencia colombiana de más de 17 años de justicia transicional. Esto que quiere decir: aquí no solo se busca castigar a quienes violan la ley, el problema nuestro es distinto, es cómo reconciliamos esta sociedad, cómo logramos que ejércitos masivos irregulares se desmovilicen de una manera permanente y se pueda asentar la paz, y eso se logra, no tanto castigando a estas personas, sino tratando de que estas personas se reintegren a la sociedad, en donde puedan construir familias, proyectos económicos y políticos, ocupar cargos de liderazgo dentro de sus comunidades, porque, en fin, puedan reconstruir su vida. Y eso se hace a partir de la satisfacción de los derechos de las víctimas y el reconocimiento de estas víctimas y sus necesidades.

¿Cómo este modelo de justicia restaurativa satisface y garantiza los derechos de las víctimas del conflicto armado?

La satisfacción de los derechos de las víctimas es un asunto muy complejo. Los daños que se han producido son infinitos, más de 9 millones de víctimas, casi los mismos millones de hectáreas perdidas, vidas destrozadas, y el desafío aquí es reparar lo irreparable, porque el daño y los infinitos daños que se produjeron en el conflicto son muy difíciles de reparar.

Por eso, en el sistema del Estado colombiano hay varios mecanismos que tratan de apuntar a la reparación, aunque sepamos que nunca lo vamos a conseguir por completo, y que siempre va a haber demandas de las víctimas y sus derechos pendientes. Todos tenemos que movernos hacia allá.

Las víctimas disponen de un proceso de reparación administrativa individual y colectiva que se hace desde la Unidad para las Víctimas, disponen de procesos de restitución de tierras que también ha logrado algunos avances y desde la JEP se hacen procesos restaurativos.

¿Cuáles son los aportes de la JEP a la reforma a la Ley 1448?

En la revisión de la Ley 1448, primero reconociendo que es una herramienta fundamental en el Estado colombiano para responder a la satisfacción de los derechos de las víctimas, pero también reconociendo que necesita unos ajustes. El ajuste más importante que requerimos desde la Jurisdicción Especial para la Paz es que las víctimas que hacen parte de la jurisdicción puedan tener acceso a los mecanismos de reparación y de atención del sistema.

Hay que abrir esas puertas para que las nuevas víctimas, que están apareciendo y se están movilizando, puedan obtener sus derechos allí. Por otra parte, hemos solicitado que los mecanismos de restauración, los procesos restaurativos que involucran comparecientes y víctimas puedan tener los recursos y la movilización del Estado que los requieran.

¿En qué consiste la visita de la CorteIDH a Colombia durante este mes?

La JEP es un tribunal, una alta corte dentro del sistema jurídico en el país, pero también ocupa un lugar dentro del sistema internacional. Este tribunal está autorizado para aplicar directamente el Derecho Internacional de los Derechos Humanos, el Derecho Internacional Humanitario y el Derecho Penal Internacional; eso nos pone en un trabajo colaborativo con las entidades internacionales.

Por eso, la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH) sesiona en Bogotá, recibiendo audiencias de casos colombianos y de todo el continente. También ha sido la oportunidad para realizar intercambios de experiencias, porque nos enriquece y porque somos uno de sus principales usuarios.

¿Qué mensaje loe puede darles a las víctimas del conflicto armado que aún tienen ciertos temores al modelo de justicia restaurativa?

La JEP reconoce a las víctimas como el centro de este sistema. Sabemos que trabajar sobre los inmensos males que ha dejado el conflicto, un conflicto que todavía no termina y que por desgracia subsiste, son males que deben ser abordados y en los cuales se debe trabajar. No se van a curar las heridas por completo, o que se van a satisfacer la cantidad de derechos que las víctimas están requiriendo; pero sí se puede contribuir para el reconocimiento, para abrir caminos de participación, para que se puedan cumplir alguno de sus derechos y que entre todos podamos superar el conflicto armado y podamos apoyar a las víctimas en su inmenso trabajo, que, precisamente, uno de los resultados del trabajo de las víctimas es la propia existencia de la JEP.

En la Unidad para las Víctimas “Cambiamos para servir”, con el objetivo de seguir trabajando en acciones de cara a la implementación de una política que contribuya a la superación de los rezagos, brinde una reparación transformadora y le permita a quienes han padecido el conflicto armado acceder efectivamente a sus derechos.