Escudo de Colombia y texto de la Unidad para las Víctimas

Abrir el corazón para transformar a Colombia

Víctimas del conflicto armado en los Diálogos Transformadores: 9 millones de historias para no repetir en la ciudad de Cali.

Víctimas y sobrevivientes de los departamentos de Antioquia, Valle del Cauca, Atlántico y Magdalena, se encontraron en los “Diálogos Transformadores: 9 millones de historias para no repetir” donde compartieron sus experiencias con el conflicto armado y sus procesos de resiliencia.

Fue una oportunidad en la que se encontraron campesinos, líderes y lideresas, jóvenes, integrantes de pueblos étnicos y miembros de la comunidad LGTBIQ+ en Medellín, Cali, Santa Marta y Barranquilla, para compartir espacios íntimos en los que hablaron libremente de sus penas, descubrieron las de otros y expresaron cómo han ido curando las heridas dejadas por el conflicto.

La cita para estos Diálogos Transformadores fue a primera hora. Allí se encontraron con tres momentos de reflexión individual y colectiva: ‘Reconocer’, ‘Comprender’ y ‘Transformar’.

Durante cada encuentro, las víctimas se hicieron en torno a un mándala finamente elaborada con piedras, flores, velas y semillas que se posaban sobre un mapa de Colombia o del departamento. En ese momento, como un preludio, funcionarios de la Unidad les explicaron lo que harían y la forma en la que debían participar de los tres momentos. La directora territorial del Valle del Cauca, Rosiris Angulo, expresó que este tipo de catarsis le sirve a las víctimas para abrir su corazón y escuchar cómo otros han sufrido la guerra.

En el caso de Santa Marta, las víctimas caminaron libremente alrededor del lugar, cruzándose entre sí y tratando de descifrar el estado de ánimo de sus compañeros de jornada. Tras ese reconocimiento, se quedaron en silencio, formaron parejas y poco a poco fueron reconociendo el dolor que cada uno guarda.

Para cerrar el ejercicio de ‘Reconocer’, cada participante recibió un espejo con el que debían responder cómo se percibían y cómo aspiraban a verse, con lo cual vivieron una conversación interior ambientada por el redoble de un tambor. 

Luego, en ‘Comprender’, la directora territorial de la Unidad para las Víctimas en Atlántico, Yesenia Pérez, usó como metáfora las velas que iluminaban el centro del salón, para así representar que cada uno es una luz para sí mismo y para los otros, lo que les permitirá transitar unidos el dolor de sus heridas.

Durante ese momento, se preguntó al grupo sobre las secuelas que el conflicto dejó en sus territorios, ante lo cual comentaron en voz alta cómo se vieron afectados sus vínculos familiares, sus costumbres, tradiciones y sus proyectos económicos. Sumado a esto, mencionaron los motivos por los que aún siguen luchando a pesar de las adversidades: la familia, su comunidad, el fortalecimiento de la educación y el reconocimiento de su dignidad.

Finalmente, en ‘Transformar’, algunas víctimas compartieron su forma de gestionar el dolor. Gerson Orozco, secretario del interior de Santa Lucía, municipio del Atlántico, confesó: “Me daba vergüenza decir que era víctima, porque me sentía vulnerable, sin embargo, estudié Derecho y terminé organizando una asociación de víctimas ‘Renacer vidas’ con la que hemos ayudado a otros sobrevivientes del conflicto”.

“Diálogos Transformadores: 9 Millones de Historias para no Repetir” no solo fueron encuentros, fueron escenarios en los que las víctimas demostraron su coraje, resistencia y dieron una voz de esperanza.

En un país marcado por décadas de conflicto, estas voces se alzaron para recordar que la verdadera transformación comienza con el poder de la narrativa, la empatía y el diálogo. La esperanza es que estas historias inspiren a Colombia para construir un futuro donde la paz y la dignidad se vuelvan costumbre.