En el Dovio, Valle del Cauca, la comunidad indígena Emberá Chamí, del resguado Batatal, está viviendo en situación de desplazamiento. Aunque proviene del Cañón de Garrapatas, área limítrofe entre el Valle y Chocó, las y los integrantes de este pueblo se encuentran forzosamente en la zona urbana de este mismo municipio.
Estas familias abandonaron su territorio manifestando temor por la presencia de grupos armados ilegales en su territorio.
Las ayudas humanitarias consisten en kits con alimentos y kits con elementos de aseo para las 140 familias (676 personas), así como colchonetas, cobijas, juegos de cama y toldillos para cada una de las personas que hacen parte de este grupo.
Rosiris del Socorro Angulo, directora territorial de la Unidad para las Víctimas en el Valle del Cauca, señaló que la entidad sigue haciendo el acompañamiento en los distintos espacios de coordinación institucionales buscando brindar el apoyo a estas comunidades.
De acuerdo con el Registro Único de Víctimas (RUV), el 24% de la población de El Dovio (2.105 personas) es víctima del conflicto armado.
En la Unidad para las Víctimas “Cambiamos para servir”, con el objetivo de seguir trabajando en acciones de cara a la implementación de una política que contribuya a la superación de los rezagos, brinde una reparación transformadora y le permita a quienes han padecido el conflicto armado acceder efectivamente a sus derechos.
