Escudo de Colombia y texto de la Unidad para las Víctimas

Unidad para las Víctimas atendió a víctimas de desplazamiento forzado de la comunidad Emberá Katío del Alto Sinú

En Tierralta, Córdoba, la Unidad para las Víctimas adelantó una jornada especial de atención integral y personalizada con las comunidades de Nejondó, Koredó y Kapupudó del resguardo ubicado aproximadamente a cuatro horas en lancha del municipio.

22 personas posando para un foto sobre la orilla de un rio

Durante estas jornadas, se atendieron y asistieron a 130 víctimas de desplazamiento forzado de estas comunidades, contaron con un enfoque diferencial y permitieron acercar la oferta del Estado a través de atención personalizada por parte de los orientadores de la Unidad, quienes resolvieron inquietudes sobre hechos victimizantes como homicidios, desaparición forzada, trámites de novedades, agendamiento de entrevista única, proceso de reparación colectivo e individual y retornos y reubicaciones.

Uno de los beneficiarios de estas jornadas fue Darío Arias Domicó, quien se mostró satisfecho por esta visita al territorio. “Hoy nos sentimos felices porque por primera vez el gobierno se acordó de nosotros como víctimas del conflicto armado y han hecho presencia en nuestro territorio para repararnos y apoyarnos en la gestión de estos procesos a los que, como víctimas, tenemos derecho propio”, expresó.

Por su parte, Marcelo Vega Avena, director de la territorial Córdoba de Unidad para las Víctimas, mencionó la importancia de llegar a los territorios más alejados para avanzar en la atención a las víctimas y destacó que: “En la rendición de cuentas se hacen compromisos por parte de la entidad con la comunidad. Estas acciones promueven la participación de las víctimas en un diálogo abierto y que incide en el cumplimiento de las políticas públicas”.

Del mismo modo, Vega reiteró el compromiso y la disposición de la Unidad de adelantar jornadas de atención con los distintos cabildos indígenas y hacer el acompañamiento pertinente en temas como la reparación colectiva.

La Unidad para las Víctimas, en su responsabilidad como coordinadora del SNARIV, lideró, junto a la Gobernación de Córdoba, y autoridades indígenas, la realización de esta jornada y anunció que continuará realizándolas como mecanismo de permanencia y cercanía del Estado con las comunidades víctimas. El espacio también contó con el acompañamiento de la Secretaría de Desarrollo y Salud Departamental, el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), la Heartland Alliance International, la Misión de Verificación de la ONU en Colombia, la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) y la Defensoría regional del sur de Córdoba.

En la Unidad para las Víctimas “Cambiamos para servir” con el objetivo de seguir trabajando en acciones de cara a la implementación de una política que contribuya a la superación de los rezagos, brinde una reparación transformadora y le permita a quienes han padecido el conflicto armado acceder efectivamente a sus derechos.