“En nuestras mentes, corazones y familias siguen presentes”, es el sentir de las y los pobladores de este municipio ubicada en el oriente del departamento. Un monumento en el parque principal que expone este mensaje y la fotografía de cada persona víctima de desaparición forzada de esta población hace memoria sobre los impactos del conflicto armado en este territorio.
Este mismo lugar fue el espacio de encuentro entre las y los habitantes y diferentes instituciones como la Unidad para las Víctimas en Boyacá, la Alcaldía municipal de San Luis de Gaceno, la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD), la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) y el Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA).
Durante los espacios de diálogo, se abordaron hechos del pasado y las acciones emprendedidas en el territorio que aportan y buscan ser parte de nuevos futuros posibles. También, se brindó atención y asesoría sobre sus procesos en la Unidad para las Víctimas y participaron de jornadas pedagógicas sobre cómo ser parte de la labor que adelanta la JEP y la UBPD.
Benjamín Bulla Dueñas, víctima del conflicto y promotor de este encuentro, manifestó la importancia de ampliar la participación ciudadana en los diálogos con diferentes grupos armados que se vienen adelantando en el país. Respeto a las negociaciones con los grupos armados, Dueñas dijo: “Pedimos que, por favor, nos escuchen para hacer nuestros aportes desde abajo para que se coriijan los errorres que se pueden haber cometido en los procesos de paz anteriores”.
Por su parte, el director territorial de la Unidad para las Víctimas en Boyacá, Guido Bonilla, reflexionó sobre los impactos del conflicto armado en este territorio biodiverso que ha sido afectado y utilizado por los actores del conflicto y reconoció la ausencia del Estado. “Estamos acá para recordarles que tenemos una obligación, un deber que queremos desarrollar con ustedes. Venimos para decirles que esperamos volver a recobrar la confianza y juntos generar desarrollo para San Luis de Gaceno”, sostuvo.
San Luis de Gaceno fue utilizado por los grupos paramilitares y la antigua guerrilla de las Farc, como un sitio de paso a causa de su conexión con el Valle de Tenza. El reclutamiento forzado fue el primer impacto que vivieron sus habitantes, seguido del desplazamiento forzado, las desapariciones y los homicidios selectivos.
Este territorio de la región Andina se caracteriza por su topografía montañosa y su belleza natural. Es así como gran parte del municipio está conformado por colinas, valles y montañas. Según el DANE, San Luis de Gaceno tiene 5.581 habitantes y 523, el 9,4% del total de la población fue víctima del conflicto armado y se encuentra en el Registro Único de Víctimas (RUV) por haber sufrido algún hecho víctimizante.
El arte y la cultura para el desarrollo
Un niño que recita poesía y espera crecer en un ambiente libre de violencia, un hombre que sufrió el conflicto armado y hace memoria con sus canciones, y una mujer que vivió en carne propia la violencia y con sus diseños emprende junto a otras mujeres, compartieron su poder transformador para hacer de San Luis de Gaceno un territorio de paz.
De igual manera, el ‘Mural de la Esperanza’ permitió que sus pobladores plasmaran pensamientos y deseos. Recordando a esos seres que la guerra les arrebató y resignificando cada acción y proceso que lideran desde el territorio. Fue así como el telar blanco se convirtió en un símbolo más de memoria que viajará junto a sus pobladores para mostrar el dolor, pero también la resiliencia de las y los habitantes de San Luis de Gaceno.
En la Unidad para las víctimas “Cambiamos para servir”, con el objetivo de seguir trabajando en acciones de cara a la implementación de una política que contribuya a la superación de los rezagos, brinde una reparación transformadora y le permita a quienes han padecido el conflicto armado acceder efectivamente a sus derechos.
