El Consejo Comunitario de Berruguita, ubicado en el corregimiento de Macayepo, zona rural de El Carmen de Bolívar, se congregó junto con un equipo de profesionales de la Unidad para las Víctimas para avanzar en su ruta de reparación colectiva en fase de formulación del Plan Integral de Reparación Colectiva (PIRC).
Alrededor del arroyo Palenquillo, que atraviesa a la vereda, en la alta montaña de los Montes de María, el equipo de la Unidad para las Víctimas escuchó las voces de la comunidad que ha sido sometida por el conflicto armado.
“Estas conversaciones con la Unidad hacen que renazca la esperanza para llegar a una efectiva reparación. La comunidad está muy positiva porque ve que esto va a cambiar y beneficiar el futuro de nuestros hijos. Nos crea un ambiente de positivismo”, expresó Jaider Romero, líder social de la comunidad e integrante del Consejo Comunitario de Berruguita.
En esta vereda cerca de 180 familias, unas 600 personas -con un gran componente juvenil- resultarán impactadas con las medidas de reparación.
“Serán nuestros jóvenes que se beneficiarán con esa reparación colectiva, porque es un proceso por el que llevamos luchando y ahora la Unidad nos apoya, es algo muy grande. Para nosotros es una historia buena de contar porque nuestra comunidad fue muy golpeada por el conflicto armado”, manifestó Romero.
Agilizar la formulación del Plan Integral de Reparación Colectiva (PIRC) de esta comunidad de Macayepo es fundamental para la Unidad. La entidad entiende este proceso como un trabajo en conjunto con sus habitantes, desde la perspectiva de los daños y de ampliación de los derechos humanos con una clara favorabilidad diferenciada hacia las comunidades étnicas.
“Durante este año hemos adelantado unos diálogos que suponen el acercamiento de la Unidad para las Víctimas con las comunidades y que se vienen adelantando en el marco de unos procesos importantes de reivindicación de sus derechos como son la reparación colectiva, tanto de pueblos étnicos como de campesinos y campesinas, retornos y reubicaciones y otras estrategias”, expresó Marta Luz Salazar, directora territorial de la Unidad para las Víctimas en Bolívar- San Andrés.
En ese sentido, este mes la territorial continúa con el ejercicio de diálogo con los habitantes de Bolívar para avanzar en las rutas de reparación colectiva que sufrieron los embates del conflicto armado, como lo es Berruguita.
Justamente, para Salazar, estas actividades buscan la “reconstrucción de la confianza” entre la gente y la institucionalidad, como también la agilización de los procesos para la aplicación de las medidas reparativas que se están adelantando con los demás sujetos de reparación colectiva en esta zona del país.
Ahora, se prepara una segunda jornada en Berruguita en la que participarán representantes de la institucionalidad como el Ministerio del Interior, Ministerio Público y Defensoría del Pueblo, entre otros. También tendrá asiento la sociedad civil representada en las organizaciones no gubernamentales que acompañan este tipo de procesos.
En la Unidad para las Víctimas “Cambiamos para servir” con el objetivo de seguir trabajando en acciones de cara a la implementación de una política que contribuya a la superación de los rezagos, brinde una reparación transformadora y le permita a quienes han padecido el conflicto armado acceder efectivamente a sus derechos.
