Con la implementación de la estrategia “Tejiéndonos” que lidera la Unidad para las Víctimas, la comunidad del corregimiento Luis Vero, en Sardinata (Norte de Santander), inició el proceso de fortalecimiento comunitario como una de las medidas de reparación integral con acompañamiento psicosocial.
Con acciones conjuntas de convivencia, hombres, mujeres y niños comenzaron la restauración y limpieza de diferentes espacios tradicionales y emblemáticos del corregimiento, que años atrás fueron epicentros de hechos violentos que alteraron la tranquilidad y convivencia de esta población en el oriente del país.
La gruta de la Virgen María, ubicada en el parque principal del corregimiento, fue el primer escenario a intervenir; allí recordaron cómo esta imagen se convirtió en testigo de hechos atroces que agudizaron el conflicto armado. Las labores de intervención se extendieron hacia un mural que, en época del conflicto armado, fue otro de los puntos clave para que los integrantes de grupos al margen de la ley reunieran a sus víctimas.
Hoy, estos recuerdos quedaron en el pasado. En Luis Vero sienten la transformación y reconstrucción del tejido social. “Para nosotros como Unidad para las Víctimas, es muy importante ver la vinculación y la activa participación de la comunidad en todas sus generaciones con la estrategia “tejiéndonos”; es satisfactorio sentir cómo están empoderados por recuperar sus tradiciones, cultura por renacer, superar todas esas secuelas de la violencia y por mostrar la otra cara de una población pujante que lucha por el cambio, desarrollo con sentido de pertenencia y lo fundamental: que le apuesta a la paz”, dijo la directora territorial de la Unidad para las Víctimas en Norte de Santander y Arauca, Alicia María Rojas Pérez.
Por su parte, John Vladimir Parra, líder de la iniciativa en la población, aseguró que “estamos implementando la estrategia ‘tejiéndonos’, la cual nos ha abierto espacios de formación y de liderazgo comunitario, en los cuales hemos podido trabajar en la recuperación de las tradiciones particulares y especialmente en la resignificación de los lugares en una zona tan marcada por el conflicto”. “Este último aspecto es muy importante, da una nueva perspectiva acerca de aquellos sitios donde hubo muertes, transformándolos en lugares de vida de encuentro y de comunidad”, agregó.
Aunque las limitaciones en tiempos de pandemia son evidentes por las conexiones tecnológicas, esta situación no ha sido impedimento para que las víctimas del conflicto armado del corregimiento Luis Vero participen de la estrategia: “Tenemos un personal humano y profesional altamente capacitado que ha logrado una sinergia muy importante con esta comunidad que responde al llamado para avanzar en la ruta de reparación integral”, añadió Alicia Rojas.
Las jornadas de fortalecimiento comunitario continuarán en otras fases con esta población que se convierte en ejemplo de resiliencia y superación en Norte de Santander.
(Fin/CEG/CMC/LMY)
