En último encuentro de la estrategia fortalecimiento del tejido social para la comunidad retornada y reubicada en el corregimiento de Puerto Saldaña del municipio de Rioblanco, se vivieron momentos de agradecimiento con la Unidad para las Víctimas. Los líderes tomaron la palabra para reconocer los avances que, producto del apoyo psicosocial, hoy se reflejan en el empoderamiento de mujeres y hombres para la visibilizar la comunidad víctima del conflicto.
“Con esta estrategia que implementó la Unidad, nos han dado herramientas para nosotros entender que los procesos de fortalecimiento del tejido social, la base está en la comunidad, la base está en sus líderes, y los líderes somos todos”, afirmo Zyndy Mireya Torres, quien participó de las actividades.
La estrategia, que tuvo una metodología participativa, ejecutó cuatro ejes temáticos: reconocimiento comunitario, construcción del sentido de comunidad, trámite de conflictos y participación pública y ciudadana; para lo cual el equipo psicosocial sostuvo siete encuentros en los que se logró identificar las necesidades, reconocer los recursos que tiene la comunidad y las personas, para afrontar lo ocurrido y construir un futuro compartido, pese a las afectaciones generadas por el conflicto armado.
“La parte fundamental, de todo lo que hemos aprendido ha sido el trabajo en equipo, porque al principio fue difícil ya que cada uno quería hacer lo suyo, pero acá nos enseñaron a llegar a concesos, a saber, que usted tiene la razón, pero yo puedo aportar”, señaló la lideresa Mireya Torres.
Durante los casi 8 meses de implementación de estas actividades, participaron alrededor de 200 personas entre niños, niñas, adultos mayores, hombres y mujeres, quienes se apropiaron de tal manera de la estrategia, con resultados tangibles como la realización de seis acciones autónomas y el compromiso de continuar el proceso mediante iniciativas propias de la comunidad, orientadas por 10 líderes identificados, empoderados y dispuestos a ganarle la lucha a la violencia, mediante la resiliencia, el trabajo en equipo y la búsqueda del apoyo de la institucionalidad.
De Puerto Saldaña, fueron desplazadas más de 400 personas en el año 2000, luego de que la extinta guerrilla de las Farc, se tomara la población por cerca de ochos días, destruyendo viviendas y convirtiendo el caserío en un pueblo fantasma.
(Fin/WPG/DFM/LMY)
