En julio del año 2000 las y los habitantes del corregimiento de Arboleda ubicado en Pensilvania, Caldas, enfrentaron uno de los días más terroríficos de su historia, integrantes de las extintas Farc destruyeron el centro poblado del corregimiento, en un ataque con cilindros bomba.
El saldo, doce policías y cuatro civiles muertos, cientos de familias desplazadas y sueños e ilusiones destrozadas en un instante, a pesar de los años duros de trabajo que demanda el campo.
En este lugar conocido como el ‘Balcón natural del oriente de Caldas’, desde hace más de cinco años, la Unidad para las Víctimas viene desarrollando un proceso de reparación colectiva, cuyo objetivo es recuperar el tejido social de su comunidad y reparar en algo el daño sufrido durante el conflicto armado.
En la más reciente jornada, las acciones adelantadas en la fase de implementación se centraron en las tomas audiovisuales a cargo de la Gobernación de Caldas, para el desarrollo del video, con el cual la población quiere promocionar el corregimiento como un territorio de paz, con fortalezas turísticas, riquezas naturales y bondades agrícolas.
De igual forma, se proyectaron los textos para la elaboración de unos clips radiales que reflejan la calidez humana de los arboledeños y la tranquilidad que se vive hoy por hoy en el territorio.
“El corregimiento siempre estuvo estigmatizado como una zona roja, pero ahora la realidad es otra, el video y las cuñas radiales apuntan a promocionar las fortalezas que tenemos y esperamos que quieran venir a conocer esta tierra, riquezas hídricas, turismo, avistamiento de aves y el don de la gente, es lo único que los espera en Arboleda”, expresó el integrante del comité de impulso, Diego Giraldo.
En total, se implementarán 18 acciones en los próximos años para materializar esta reparación, sin duda con la meta de mejorar la calidad de vida de las víctimas del conflicto armado, a través de seis medidas de rehabilitación, cuatro de satisfacción, cinco de restitución y tres de garantías de no repetición.
Adicionalmente, se contemplan actividades como: la realización de un foro teatro, acciones de conmemoración en octubre de cada año, cartilla de la memoria con producción audiovisual, dotación para centros comunitarios, adecuación del salón comunal y parque principal, dotación de implementos deportivos y culturales y el fortalecimiento de cadenas productivas en café y panela.
“Este es un proceso muy importante, porque permite reparar en algo a las víctimas del corregimiento, para las comunidades es importante mostrar lo positivo y la calidez de la gente, que las personas de afuera conozcan esta población resiliente y valiente que quiere mostrar una cara diferente de Arboleda, aquí se respira paz, tranquilidad y se puede disfrutar del campo”, concluyó al respecto Diana González, otra de las víctimas que participa del proceso.
Actualmente, el “Rinconcito amable del oriente de Caldas” tiene todo el potencial para disfrutar de su turismo ecológico, a tan solo tres horas de Pensilvania el corregimiento cuenta con una amplia oferta en biodiversidad, un verde montañero que hipnotiza y sitios emblemáticos que invitan a quedarse.
Esto sumado a la amabilidad de su gente, un café exquisito y la gastronomía rural, le dan todo el sentido al letrero que encontramos en medio de su plaza principal: “Upa pa´Arboleda”.
En la Unidad para las Víctimas “Cambiamos para servir” con el objetivo de seguir trabajando en acciones de cara a la implementación de una política que contribuya a la superación de los rezagos, brinde una reparación transformadora y le permita a quienes han padecido el conflicto armado acceder efectivamente a sus derechos.
