La Sierra es una vereda incrustada en la zona de influencia de la subregión de Los Montes de María que tampoco fue ajena a la guerra y que, más de dos décadas después, siente renacer la esperanza de materializar su proceso de reparación.
Un camino abierto de arena y polvo, que se abre entre el monte, lleva hasta sus viviendas, tras casi una hora de viaje en auto desde la cabecera municipal de Córdoba Tetón, Bolívar.
Los habitantes de esta vereda recibieron a la Unidad para las Víctimas en días pasados, y entablaron un diálogo para establecer los compromisos para una revisión y ajuste de su Plan de Retorno y Reubicación y sus medidas reparadoras.
Hace unos 24 años, 40 familias abandonaron sus casas y pertenencias para salvaguardar sus vidas ante la llegada inminente de hombres armados pertenecientes a grupos ilegales que sembraban el terror en los Montes de María y que iban cometiendo masacres a su paso por estos lugares lejanos de las montañas.
Luego de que cesaran las balas y las amenazas, muchos decidieron regresar a su tierra. Y como víctimas resilientes del conflicto, empezaron a trabajar en la construcción de un nuevo y mejor vivir, tras un retorno lleno de nostalgias y dolor, pero también de esperanza y lucha por su bienestar.
La Unidad para las Víctimas, consciente del rezago que por años ha tenido la restitución de los derechos de esta comunidad, inició una etapa que buscar actualizar el Plan de Retorno y Reubicación, que fue construido con la comunidad y que requiere de una nueva fase de diálogo y concertación para incluir obras y proyectos que impacten en el bienestar y calidad de vida de los habitantes de la vereda y garanticen soluciones duraderas que contribuyan a la superación de las condiciones de vulnerabilidad.
La directora territorial de la Unidad para las Víctimas en Bolívar San Andrés, Marta Luz Salazar, en compañía del alcalde de Córdoba Tetón, Carlos Álvarez Támara, y varios integrantes de su gabinete de gobierno, llegó hasta esta comunidad para la apertura de la sala de informática de la institución educativa ‘Oswaldo Ochoa Becerra’.
En cumplimiento del Plan Retorno, la Unidad se dotó de 15 computadores al colegio que adecuó un salón para que las y los estudiantes tengan acceso a una formación adecuada. Ante las complicaciones de conectividad, la autoridad municipal se comprometió con la agilización de operadores que la garanticen y se fortalezca esta herramienta de educación virtual que tanto se requiere.
Álvarez Támara dijo que durante la revisión del Plan de Retorno con la comunidad se definieron las mejoras que hay que ejecutar y dijo que “se hicieron unos compromisos que vamos a evaluarla mensualmente para resarcir la violencia que afectó a esta comunidad”.
La rectora de la institución educativa, Pilar Becerra, dijo que la sala de informática “es de fundamental importancia para los estudiantes y su formación educativa”.
Salazar dijo, por su parte, que en conversación con el alcalde se ofreció orientación por parte de los equipos de la Unidad para las Víctimas para la inclusión en el Plan de Desarrollo de las medidas contenidas en el Plan de Retorno.
Juan Carlos Montes, habitante de La Sierra, pidió que no solo fuera el Gobierno municipal el que interviniera para sacar adelante el plan que busca reparar los daños ocasionados durante el conflicto y que provocó su desplazamiento forzado, sino que las entidades nacionales y regionales con incidencia también hagan sus aportes y cumplimiento de sus compromisos.
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Pedro Chamorro, integrante de la comunidad, también hizo énfasis en obra vitales para el bienestar del territorio consistente en la reparación y construcción de vías de acceso, mejoras y ampliación del colegio y planes para un sistema de suministro agua para la población.
En la Unidad para las Víctimas “Cambiamos para servir” con el objetivo de seguir trabajando en acciones de cara a la implementación de una política que contribuya a la superación de los rezagos, brinde una reparación transformadora y le permita a quienes han padecido el conflicto armado acceder efectivamente a sus derechos.
