El reclutamiento de menores de edad en el marco del conflicto armado colombiano ha desencadenado otros hechos victimizantes como el desplazamiento forzado, orfandad, violencia sexual, minasantipersonal, desaparición forzada y secuestro, según el informe ‘’Impacto del Conflicto Armado en el Estado Psicosocial de Niños, Niñas y Adolescentes’’, elaborado por el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) y organismos de cooperación internacional como OIM y Unicef.
De cara a esta situación, la Unidad para las Víctimas trabaja en la ejecución de acciones concretas como el reconocimiento, a la fecha, de 8.433 personas en el Registro Único de Víctimas, con el propósito de garantizar sus derechos en temas de atención y reparación para resarcir los daños y las rupturas personales, familiares y sociales derivadas de este flagelo.
Respecto a la caracterización de los menores incluidos en el Registro de la Unidad como víctimas únicas, se encontró que el 68% son hombres y el 32% mujeres, el 85% no se auto reconoció con ninguna pertenencia étnica, el 9% mencionó ser indígena y el 6% negro(a) o afrocolombiano(a), el 5,6% mencionó tener alguna discapacidad.
Sobre el lugar de ocurrencia, cinco departamentos concentran el 40,2% del total de eventos siendo estos Antioquia (15,7%), Cauca (6,6%) , Meta (6,4%), Caquetá (6,2%) y Nariño (5,2%). No obstante, en el 16,2% del total no fue posible evidenciar un lugar exacto. A escala municipal, el 13% de los eventos se presentaron en 10 municipios, de los cuales ocho hacen parte de aquellos donde se implementan los Planes de Desarrollo con Enfoque Territorial (PDET).
“A enero de 2021, la Unidad para las Victimas ha indemnizado a 3.163 personas por vía administrativa y judicial, con una inversión cercana a los 56.861 millones de pesos destinados al cumplimiento de esta medida. De la misma manera, se han constituido, 193 encargos fiduciarios, figura financiera de la que los menores de edad podrán hacer uso al cumplir 18 años, con una inversión de 4.078 millones de pesos destinados a la reparación de niños, niñas y adolescentes víctimas, con motivo de su vinculación directa a la guerra”, afirmó Lorena Mesa,subdirectora general de la Entidad.
Un enfoque hacia la no repetición
La Ley 1448 de 2011, Ley de Victimas y Restitución de Tierras en lo que compete a la medida de rehabilitación, plantea que se debe acompañar el proceso de recuperación emocional de niños, niñas, adolescentes y jóvenes víctimas a través de los programas de atención psicosocial. Para ello, la Unidad para las Víctimas, a través de las estrategias con enfoque diferencial y de derechos denominadas PROYECTÁNDONOS, CRE-SER, SALTA LA CUERDA Y ROTANDO LA VIDA, acompaña a menores entre los 6 y 17 años, fortaleciendo sus capacidades desde un escenario de reconocimiento, dignificación, memoria, y prevención de la violencia, lo cual aporta a la construcción de proyectos de vida que contribuyen a la no repetición.
A la fecha la entidad ha acompañado a 13.286 niños, niñas y adolescentes en 79 municipios. Para el 2021 se espera acompañar 21 municipios de los 208 priorizados por la Comisión Intersectorial para la prevención del reclutamiento, el uso, la utilización y la violencia sexual contra niños, niñas y adolescentes (CIPRUNNA).
Desde 2016 la Unidad para las Victimas lleva a cabo un ejercicio de articulación interinstitucional con el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) y la Agencia para la Reincorporación y la Normalización (ARN) en Cali, Armenia, Bogotá, Medellín y Villavicencio con el objetivo de armonizar el proceso de transito de las personas desvinculadas de grupos armados, desde el restablecimiento de derechos hasta la reintegración, teniendo en cuenta la atención y asistencia como un proceso continuo en aras de la reparación integral.
(Fin/YUM/COG)
