Escudo de Colombia y texto de la Unidad para las Víctimas

Con actividad de reconocimiento de habilidades, Córdoba se unió a la conmemoración de Manos Rojas

La dirección territorial Córdoba de la Unidad para las Víctimas se unió a la conmemoración del Día Internacional de las Manos Rojas con el desarrollo de la estrategia CRE- SER, en la que participaron más 20 niños entre los 6 y los 17 años a través de un taller orientado a los derechos humanos, actividades lúdicas y a la realización de un mural llamada “manos rojas” que incluyó mensajes alusivos a la unión y esperanza. 

En el encuentro, realizado en la urbanización “El Recuerdo”, participaron niños, niñas, adolescentes víctimas del conflicto y la Mesa de Participación Efectiva de Víctimas departamental.

La conmemoración desarrolló la estrategia Cre-Ser, cuyo objetivo es contribuir a la reparación integral de los niños, niñas y adolescentes víctimas del conflicto armado, aportando al fortalecimiento de la autoestima y al reconocimiento de habilidades y recursos emocionales en los niños y fomentando su empoderamiento como ciudadanos y sujetos de derecho. 

Durante el espacio se abordaron temas como el reclutamiento y las distintas rutas de atención de acuerdo con cada caso, derechos vulnerados en este flagelo, compromisos desde las entidades para lograr la garantía de derechos de los menores de edad frente al reclutamiento y las dificultades que pueden presentarse en el momento de la activación de la ruta. 

A instancias de esta conmemoración, la directora territorial en Córdoba, Ingrid Patricia Acosta Pimienta, dijo: “como entidad seguiremos trabajando por sus derechos, ya que queremos que nuestros niños, niñas y adolescentes crezcan en un ambiente familiar, amigable y sin los rigores que impone el conflicto armado”.

A su vez, Deison Villalba, representante de la Mesa Departamental del enfoque diferencial y juventudes de Tierralta (Córdoba), destacó los esfuerzos de las instituciones que trabajan por la niñez e invitó a la ciudadanía a “rodear a los menores con entornos protectores y así evitar este flagelo que afecta la vida de las comunidades”.  

(JRM/COG)