Escudo de Colombia y texto de la Unidad para las Víctimas

El ‘Mural de la Esperanza’, un reflejo del sentir de las víctimas en Santander

Durante octubre, la Unidad para las Víctimas entregó 239 cartas de indemnización, que representan 4.884 millones de pesos, acompañada de la estrategia de la inversión adecuada de recursos.

Mural de la esperanza en Santander.

“La esperanza es más fuerte que el miedo”. “Mi esperanza es la indemnización para así continuar mi proyecto de vida” son algunas de las reflexiones y sueños escritos, a mano, por las víctimas durante los talleres ‘Muro de la Esperanza’, que realiza la Unidad para las Víctimas para orientar a las y los beneficiarios sobre la inversión adecuada de los recursos en Santander.

Desde octubre, la esperanza de indemnización creció en el departamento, al pasar de entregarse 55 cartas de indemnización administrativa a 239, que representan 4.884 millones de pesos, es decir, 4 veces más que en meses anteriores. De esta forma, la entidad sigue avanzando en la reparación integral a las víctimas del conflicto armado en el territorio.

Cabe señalar que el ‘Muro de la Esperanza’ es el espacio en el que las víctimas escriben sus sueños, reflexiones y anhelos como sobrevivientes del conflicto armado, que nunca debió suceder, y cambió todos sus proyectos.

“Hace 12 años el conflicto cambió mi vida; perdí a mi familia y lo que he vivido es muy difícil”, cuenta Alirio Santander, quien tras el conflicto perdió todo, con su dignidad, sigue resistiendo y luchando. “Soy un hombre muy emprendedor. Me gusta ayudar a los demás, poderlos apoyar en lo que necesita cualquier ser humano”.

Alirio recibe su indemnización. Con la voz entre cortada, cuenta qué desea hacer con lo que recibió: “Con este dinero mi idea inicial es crear una fábrica para dar empleo, el emprendimiento que tengo es una fábrica de merengues, iniciando en Bucaramanga para repartirlos a nivel nacional”.

Para crear empresa y dar empleo a más de 2.000 personas, Alirio sabe que necesita más apoyo y quiere acudir a la generosidad de los empresarios en Bucaramanga. “Realmente no voy a suplir todo lo que necesito para poder alcanzar mis metas. Necesito apoyo de la Nación, de la Unidad para las Víctimas”, afirma. Por lo que quiere que demostrar que financieramente su empresa de merengues es viable.

Otra de las beneficiarias es Ana Victoria Traslaviña, una viuda y madre de una niña de 2 años, cuya ilusión es de sacar adelante a su hija y arreglar su vivienda, que está deteriorada para pasar sus últimos días, cuenta Ana, con una dulce sonrisa: “Me siento muy contenta por recibir esta indemnización, porque así puedo hacer mi sueño realidad”.

Con su sombrero campesino y la humildad a flor de piel, Norberto Camargo recibió con mucho anhelo la indemnización que tanto esperaba “para emprender, para cumplir mi sueño de tener mi rancho, de poder tener mis animalitos; mi meta es tener lo mío, lo propio, ayudar y servir a los demás”.

Cuenta que, en el 2020, por el COVID, decayeron, “porque teníamos una deuda y nos fue muy mal, pero no hemos perdido la esperanza y ahí estamos pagando esa deuda y esperamos salir de eso para emprender con otra manera de salir delante de buscar la vida, porque muchas ganas de vivir si tenemos, y de salir adelante”, dice, con la certeza de que Dios lo bendijo con esta oportunidad.

 Javier Peña, director territorial de la Unidad para las Víctimas en Santander afirma que “la Unidad para las Víctimas trabaja no solo con atención material y económica, sino también con temas emocionales y psicológicos que brinden reparación comunitaria, familiar, colectiva” y agregó “la carta que se entrega no requiere de ningún tramitador ni intermediario. Todos los trámites ante la entidad son gratuitos”.

Peña expresó el reconocimiento a la fuerza transformadora que han tenido las víctimas, “desde que salieron desplazados de sus fincas, de las veredas, de los pueblos, esa situación tan dolorosa no debió ocurrir, pero cada uno de los que están aquí en la jornada de indemnización deben reconocer esa fortaleza que han tenido desde ese momento hasta el día de hoy”, como reza este mensaje escrito en el muro de la esperanza: “La esperanza es aquello que nos mantiene conectados a la vida”.

Para ser priorizado en la ruta de indemnización, las víctimas del conflicto armado deben cumplir al menos una de las 3 condiciones de ley: ser mayor de 68 años, tener una enfermedad huérfana, o ser una persona con discapacidad. De esta manera las víctimas que cumplan con al menos una de las tres condiciones pueden solicitar la priorización de su indemnización ante los Puntos de Atención a Víctimas (PAV) que se encuentran en los ocho principales municipios de Santander.

En la Unidad para las Víctimas “Cambiamos para servir” con el objetivo de seguir trabajando en acciones de cara a la implementación de una política que contribuya a la superación de los rezagos, brinde una reparación transformadora y le permita a quienes han padecido el conflicto armado acceder efectivamente a sus derechos.