Mujeres de Cartagena, otros municipios de Bolívar, y de Colombia, que viven en la ciudad tras sufrir desplazamiento forzoso, se congregaron en el barrio San José de Los Campanos, con el fin de propiciar un espacio de integración por la dignidad de las mujeres víctimas de violencia sexual en marco del conflicto armado.
En este encuentro que se realizó en la plazoleta del salón comunal Revivir, se presentaron obras artísticas, de danza, allí se escucharon voces testimoniales y denuncias por parte de las lideresas que trabajan y luchan por la trasformación de las víctimas que sufrieron la violencia sexual, contra su integridad y dignidad, por parte de integrantes de los grupos armados ilegales.
La Unidad para las Víctimas le rindió un homenaje a diez de estas lideresas que desarrollan, a través de asociaciones, fundaciones y otras organizaciones de base, procesos de visibilización de las agresiones de las que fueron víctimas, de defensa de los derechos de las mujeres y la reconstrucción del tejido social en las distintas comunidades afectadas por el conflicto.
“Nuestro cuerpo está sanado y en resistencia”, declararon decenas de mujeres con una voz fuerte y sus manos en alto, durante el acto. Además, dijeron que sus voces representan las de todas las mujeres resistentes, que simbolizan el poder y el valor para llevar adelante la transformación de sus vidas.
Durante el espacio, un grupo de mujeres presentó el performance ‘Resistiendo’, una puesta en escena de las integrantes de la Asociación Mujeres Espejo. La agenda, también contempló una presentación de baile de música urbana a cargo de jóvenes de la Asociación Mis Esfuerzos.
La Unidad para las Víctimas se articuló con estas organizaciones sociales, además se contó con el apoyo de la Corporación Desarrollo y Paz del Canal del Dique y Zona Costera.
Una de las voces escuchadas en el espacio por la dignidad de las mujeres fue la de Estebana Roa, lideresa desplazada desde el Pacífico colombiano y quien confesó que tardó 24 años para denunciar públicamente su hecho victimizante, pero que un día se llenó de valor y entendió que la sociedad debía saber su verdad. Ahora Estebana, es una lideresa activa, integrante de la Mesa de Víctimas y de la Red de Mujeres Víctimas y Profesionales, anima a las mujeres a seguir sus pasos. “No callen, sigan denunciado”, dijo en su intervención.
La directora territorial de la Unidad para las Víctimas en Bolívar-San Andrés, Martha Luz Salazar, dijo que en este departamento existe un rezago en el registro de víctimas por violencia sexual.
“De las 480.000 aproximadamente registradas en Bolívar, solo el 0,616% se reconocen por el delito de violencia sexual durante el conflicto y el primer compromiso de la sociedad y el Estado es el del reconocimiento de esas violencias contra las mujeres”, dijo y agregó que la Unidad trabaja por la reparación digna a estas mujeres y en el acompañamiento de sus procesos de transformación.
Las mujeres, unidas y llenas de valor, cantaron durante el espacio que las congregó. “Nos han robado hasta la primavera, pero no pueden con nuestra canción”, en alusión de su valentía y trabajo de sanación y resistencia.
Resaltar el poder transformador de las víctimas del conflicto armado es una de las apuestas más importantes de la Unidad para las Víctimas. Seguimos trabajando para dignificarlas y reconocer su capacidad de cambiar las condiciones de vida de sus familias, comunidades y territorios; son las víctimas del conflicto armado quienes hoy deben tener la palabra, pues son quienes han dado segundas oportunidades y son el referente ético y moral para guiar al país hacia la Paz Total.
