La Unidad para las Víctimas territorial Caquetá-Huila se hizo presente con la estrategia “Entrelazando” en la inspección El Portal La Mono, del municipio de Belén de los Andaquíes para celebrar el día de la familia en el marco del plan de reparación colectiva de esta comunidad.
La actividad favoreció el rescate de los juegos tradicionales que dieron lugar a manifestaciones de alegría, amor y esperanza. “Bonito ver a las comunidades muy empoderadas, con el deseo de recuperar aquellas tradiciones que habían quedado en el pasado y que, gracias a estos encuentros, con el apoyo de la Unidad de Víctimas, se están retomando”, dijo un integrante de la familia Parra que ha padecido los rigores del conflicto.
La jornada sirvió, además, para identificar tejedoras y tejedores, personas cuyo liderazgo favoreció la dinámica, de articulación con la personería municipal, la mesa de víctimas y miembros del cuerpo de bomberos.
Fue un día de esparcimiento que permitió reforzar la importancia del trabajo en equipo, además de estrechar lazos de amistad, según indicó la directora territorial de la Unidad, Yhina Lombana, quien resaltó a la familia como eje fundamental de la sociedad. “Es importante visibilizar el campesinado sobreviviente, dándole importancia a las minorías, entre ellas, las mujeres que, ya empoderadas, ayudan a forjar un presente más alentador y un mejor futuro, dejando un legado de reconciliación a las futuras generaciones”, agregó la directora.
Antecedentes
Antes de la llegada de paramilitares, en El Portal La Mono se realizaban diversas prácticas que favorecían el encuentro de niños, jóvenes y adultos, estrechando las relaciones de confianza y contribuyendo al fortalecimiento del tejido social. Pero la presencia del grupo armado, entre los años 2000 y 2004, no solo provocó afectaciones en materia de violaciones a los derechos humanos, sino que ocupó los espacios donde la comunidad solía congregarse, cortando de tajo la comunicación y el desarrollo.
Por eso, parte de la medida de rehabilitación psicosocial con el sujeto de reparación colectiva incluyó acudir a prácticas culinarias como la olla comunitaria, con la participación de un gran número de personas de las 330 que asistieron.
(NILR/COG)
