“Los niños tenemos derecho a jugar y a estar en nuestras casas, no metidos en cosas de la violencia”. Con estas palabras, Sofía, de 8 años y habitante de Jamundí (Valle del Cauca) expresó su sentir en el marco de la conmemoración del Día de las Manos Rojas en este municipio, con el que se evoca el aniversario de la firma del protocolo de la Convención sobre los Derechos del Niño, que prohíbe el uso de niños, niñas y adolescentes en los conflictos armados.
Este acto, liderado por la Unidad para las Víctimas, la Alcaldía de Jamundí y la Mesa de Víctimas de esta ciudad, se realizó en la biblioteca local y tuvo como eje la construcción colectiva de un lienzo con las huellas de los asistentes, hechas con pintura roja.
“Es muy valioso hacer conciencia de la necesidad de fortalecer realmente esos entornos protectores de nuestros niños y jóvenes para evitar hechos victimizantes como el reclutamiento”, dijo Luz Adriana Toro Vélez, directora territorial de la Unidad para las Víctimas en el Valle del Cauca.
De acuerdo con el Registro Único de Víctimas (RUV), en este departamento hay documentados 536 casos de niños, niñas y adolescentes vinculados a actividades relacionadas con grupos armados.
En el acto de conmemoración también tuvo lugar un taller de autoprotección comunitaria orientado por la Secretaría de Cultura y una dinámica y reflexión con los niños presentes, denominada “Mambrú no va a la guerra”.
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