La fuerza de las víctimas

Con corte al pasado 31 de marzo, la Unidad para las Víctimas registró más de 12 millones de eventos victimizantes ocurridos en todo el país desde 1985. Las víctimas han resistido y resurgido, a pesar de haber vivido delitos como desplazamiento forzado, homicidios, desapariciones forzadas, explosiones de minas antipersonal, y violencia sexual. Las siguientes historias de vida ilustran su fortaleza y capacidad de abrir nuevos caminos.

El poder de un nuevo amanecer 

Un encuentro de dos días entre víctimas de diferentes violencias se convirtió en una primera puntada del tejido de reparación y reconciliación que se necesita para avanzar hacia la paz. Reconocer entre sí sus heridas y la estigmatización que todas, a pesar de sus diferencias, han vivido, fueron el eje de un diálogo potente e inédito.

Yúldor Morales, el ‘cachorro’ que sobrevivió a una mina antipersonal 

Con 25 años, este sargento segundo del Ejército Nacional perdió el pie izquierdo en un campo minado. Hoy ve el futuro con optimismo y ansía una verdadera paz.

Francia Giraldo, ejemplo de la resiliencia Emberá 

Francia Elena Giraldo Guasorna es tal vez hoy por hoy una de las líderes del pueblo Emberá de mayor reconocimiento en el departamento de Risaralda. Su nombramiento como Mujer Comfamiliar en 2022 y recientemente su mención de honor en la ceremonia de Mujer Cafam fueron el premio a su silencioso trabajo de más de una década.

Blanca y el café con corazón de mujer que transforma a toda una comunidad 

Es familiar de una víctima de homicidio y desaparición forzada, y desde hace ocho años creó ASMUER, una asociación de mujeres caficultoras de Pitalito, en el sur del Huila, que con tesón y la transmisión de saberes están logrando que la juventud desista de abandonar la región y se decida por cultivar la tierra y amar el campo.

Ledis Oneida Jaramillo, la mujer que sanó su corazón tejiendo e inspiró a otras a construir un mejor futuro en los Montes de María 

La historia de Ledis Oneida Jaramillo Ariza es la de muchas mujeres en el país que fueron víctimas de desplazamiento forzado durante el conflicto armado. Despojada de todo, para salvar su vida y la de los suyos, llegó a San Jacinto, Bolívar. Desde allí, constituyó la Asociación de Tejedoras de Esperanza de San Jacinto y hoy en día lidera a cincuenta mujeres sobrevivientes de la guerra. Este es su aporte a la paz del país.

Unidad para las Víctimas
Oficina Asesora de Comunicaciones, Bogotá 9 de abril de 2023