Con el objetivo de avanzar en el trabajo con el Sujeto de Reparación Colectiva (SRC) del corregimiento Tres Piedras, ubicado en la vereda Costa de Oro, en Montería, Córdoba, la Unidad para las Víctimas realizó una nueva jornada de alistamiento institucional. En este espacio se abordó la situación actual del colectivo, se presentó el proceso de reparación y sus implicaciones, y se dio a conocer la oferta de las entidades que apoyarán la reparación de acuerdo con los daños sufridos por el colectivo.
Se trató de un encuentro en el que se expusieron los cimientos para la construcción del Plan Integral de Reparación Colectiva (PIRC) de esta comunidad en el que lideresas e integrantes de la comunidad evocaron las prácticas colectivas valiosas para sus integrantes y lo que ha sucedido. Con este ejercicio se hizo memoria sobre algunas de esas tradiciones, que desaparecieron a causa del conflicto armado que vivieron.
Las y los habitantes evaluaron las afectaciones a su comunidad, el trabajo de sus liderazgos, el fracturamiento del tejido social por los hechos victimizantes sufridos y la violencia de los grupos armados que ocasionó desplazamientos forzados y la desintegración de la vereda. También comentaron sobre las difíciles condiciones sociales denunciadas por parceleros de la comunidad de Costa de Oro que, además de ser azotada por la violencia, fue abandonada por el Estado.
Los nativos de Costa de Oro fueron víctimas de desapariciones forzadas, homicidios y la quema de las viviendas en 1989, en medio de la disputa entre las Autodefensas Unidas de Colombia y las FARC-EP. Son 94 familias campesinas que perdieron a sus seres queridos y tuvieron perjuicios económicos, entre otros horrores de la guerra, y que ahora ven con optimismo la etapa de posconflicto. En sus diálogos, las y los habitantes de Costa de Oro se mostraron ilusionados con mejorar sus condiciones de vida y sentir una comunidad en paz para iniciar su proceso de reparación colectiva bajo el acompañamiento de la Unidad para las Víctimas.
Yira* y Sofía*, representantes de la comunidad, recordaron entre lágrimas los hechos de los que son víctimas y los sueños que pretendieron materializar en su vereda. “Queríamos construir una escuela para niños y jóvenes, un puesto de salud y todo era muy bonito antes de que llegara la violencia”. Las lideresas agregaron que las viviendas fueron incineradas “porque sí y cuando querían” y que este suceso los hizo sobrellevar una difícil condición de vida en la que padecieron sin agua y sin alimentos.
En su intervención Marcelo Vega, director territorial de la Unidad en Córdoba, lamentó los hechos que se vivieron por el conflicto armado y motivó a los representantes de la comunidad para que, en conjunto con las entidades del Sistema Nacional de Atención y Reparación Integral a las Víctimas (SNARIV), se trabaje en pro de contribuir a la reparación integral de los daños colectivos ocasionados desde una perspectiva material, pública y simbólica. “Es importante para la Unidad saber que las entidades acompañarán las nuevas relaciones de confianza con los ciudadanos y de esta forma se facilite el programa de Reparación Colectiva”, destacó.
En la jornada de alistamiento institucional, que tuvo lugar en el Centro Verde de la Ciudad de Montería, acompañaron con su oferta diferentes instituciones como el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), la Defensoría del Pueblo, la Procuraduría, la Alcaldía de Montería, ACNUR, la Secretaría de Desarrollo Económico de la Gobernación de Córdoba y la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR).
En la Unidad para las Víctimas “Cambiamos para servir” con el objetivo de seguir trabajando en acciones de cara a la implementación de una política que contribuya a la superación de los rezagos, brinde una reparación transformadora y le permita a quienes han padecido el conflicto armado acceder efectivamente a sus derechos.
