En Medellín continuó este jueves la audiencia pública de reconocimiento de responsabilidad y verdad de un grupo de 22 exmilitares por 49 ejecuciones extrajudiciales y desapariciones forzadas en Dabeiba (Antioquia).
Esta segunda jornada se concentró en revelar los hallazgos de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) sobre el segundo patrón de criminalidad de estos delitos de lesa humanidad. Este consistió en homicidios de al menos 17 personas trasladadas bajo engaño desde Turbo y Medellín para registrarlas como muertos en combates con el Ejército (hechos conocidos como ´falsos positivos´).
Según los magistrados, esta diligencia dialógica y restaurativa, “tiene como objetivo mirar hacia el futuro, en términos justicia prospectiva que le apuesta a la no repetición de la tragedia que vivimos los colombianos”.
Por eso la directora de la Unidad para las Víctimas en Antioquia, Claudia Patricia Vallejo, presente en la audiencia, valoró el aporte a la verdad, la justicia, la reparación de este espacio donde los familiares reconocen qué pasó con sus parientes y dignifica sus nombres, porque varios fueron estigmatizados como guerrilleros.
Medidas de reparación
La directora también indicó que por este caso de Dabeiba, 21 familias fueron orientadas esta semana por la Unidad para las Víctimas sobre su ruta de reparación y la oferta interinstitucional.
Así mismo, afirmó que el reto del Estado colombiano y la misma sociedad es contribuir a repararlas de forma integral y procurar que estos hechos victimizantes que involucraron a agentes de la fuerza pública no se repitan.
En ese mismo sentido, destacó la creación del “grupo de Contribuciones a la Verdad, la Convivencia y a la No Repetición, y la articulación que venimos haciendo con la Unidad de Búsqueda de Personas Dadas por Desaparecidas y la JEP para ayudar a las víctimas y sus organizaciones”.
De las víctimas reconocidas en este caso de ejecuciones extrajudiciales y desapariciones forzadas en Dabeiba, 11 fueron identificadas y entregadas a sus familiares en ceremonias realizadas y financiadas entre la Fiscalía, la JEP y la Unidad para las Víctimas.
Resaltar el poder transformador de las víctimas del conflicto armado es una de las apuestas más importantes de la Unidad para las Víctimas. Seguimos trabajando para dignificarlas y reconocer su capacidad de cambiar las condiciones de vida de sus familias, comunidades y territorios; son las víctimas del conflicto armado quienes hoy deben tener la palabra, pues son quienes han dado segundas oportunidades y son el referente ético y moral para guiar al país hacia la Paz Total.
