Misdelys Marrugo Cantillo es una víctima desplazada de La Guajira, que la violencia llevó a Soacha en Cundinamarca, pero que, gracias a los Esquemas Especiales de Acompañamiento Familiar (EEAF) entregados por el Grupo de Retornos y Reubicaciones de la Unidad para las Víctimas, reside hoy en Valledupar. Junto con su esposo y tres hijas adolescentes viven de lo que les deja una pequeña tienda ubicada en el deprimido sector de Los Guasimales, muy cerca de la capital del Cesar.
“Con las ayudas que nos han dado, en el proyecto de tiendas, de negocio, para qué, nos ha ido bien; gracias a ustedes, a la Unidad de Víctimas por haberme brindado un apoyo a mí y a mi familia”, reconoció Misdelys Marrugo, aunque lamentó que en lo personal “me cambió la situación, pero no borró todas las cosas que pasaron antes”.
La beneficiada con los Esquemas Especiales de Acompañamiento Familiar recordó que recibió un enfriador, un estante y un mercado. “Para mejorar uno, con poquito, pero ahí vamos. Porque esto es un apoyo para nuestras familias, para sacarlas adelante”, recalcó.
“Antes tenía una casa y ahora estamos en una invasión. Nos tocó desplazarnos de nuestras familias, de nuestros amigos y nuestros vecinos”, y por ahora su sueño por cumplir es tener casa propia: “sería para una mejor vida, porque estamos en una invasión donde hay muchas cosas por cambiar por los hijos”.
Misdelys dijo que las víctimas tienen futuro con los programas de Retornos y Reubicaciones. “Muchas gracias y que mi Dios los bendiga. Que sigan ayudando a las demás personas. Yo sé que hay muchas personas que quieren este proyecto. Hay que valorar lo que nos dan y lo que nos brindan y hay que seguir adelante”, puntualizó.
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