Entre las múltiples consecuencias del conflicto armado colombiano, la más evidente es que obligó a millones de personas que vivían en la ruralidad a buscar un refugio en las ciudades grandes e intermedias. Cerca de un 90% de las víctimas de la guerra interna sufrieron desplazamiento forzado, según las cifras del Registro Único de Víctimas (RUV), en el que hay inscritas 9.572.044 personas, 8.530.870 de ellas víctimas por desplazamiento forzado. Se trata de una realidad devastadora que algunos analistas del conflicto armado califican como igual a tener “un país destruido”.
Esa es una de las premisas del director de la Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento (Codhes), Marco Romero Silva, quien argumentó su crítica en que hablar de un país destruido no es solo hablar de edificios y estructuras derrumbadas, sino de millones de ciudadanos “que lo han perdido todo, que han tenido que desarraigarse de una cultura de donde tenía un hábitat, una forma de vida, un reconocimiento como sujeto social y pasarse a vivir a donde pueden: periferias de ciudades, entornos bastante hostiles”.
Las afirmaciones las realizó Romero en el séptimo episodio de ‘Víctimas en la Agenda’, un programa de entrevistas de la Unidad para las Víctimas en el que diferentes personalidades de la vida nacional entre funcionarios, víctimas, académicos y expertos conversan sobre temas de interés para las víctimas del conflicto armado.
En el capítulo, ya disponible en los canales digitales de la Unidad para las Víctimas, el director del Codhes hizo una radiografía sobre los avances y retos que hay con las víctimas de desplazamiento y sus propuestas para afrontar esta problemática y avanzar en la atención y reparación a esta población.
Una de las sugerencias que plantean desde Codhes, y que se están discutiendo este jueves en el foro ‘Soluciones Duraderas para víctimas del conflicto armado’, que desarrolló Naciones Unidas, y que se basa justamente en encontrar soluciones estructurales y a largo plazo, más allá del asistencialismo básico, y a veces necesario, que ha existido en Colombia.
Romero señaló en ‘Víctimas en la Agenda’ que con las víctimas de desplazamiento “se acumulan las vulnerabilidades y las crisis”, dado que son personas por lo general de origen rural, con cultura de trabajo, de construir su vida en un territorio, y que se encuentran con condiciones muy distintas en el entorno urbano, por lo que terminan en la informalidad y la pobreza.
“No podemos no hacer nada y mañana lamentar que hay una tremenda crisis social. Frente a eso las Naciones Unidas ha dicho que hay que buscar soluciones duraderas: está bien atender con una lógica asistencial a la gente, una atención de emergencia o inmediata. Pero quedarnos ahí no nos va a dar una alternativa. Necesitamos dar un salto a soluciones duraderas, a que la gente sea incluida en las agendas de desarrollo y creo que ese es el reto más grande que tenemos hoy”, aseguró el director.
De igual forma, se refirió a cómo la Paz Total a la que le apuesta el Gobierno del Cambio puede contribuir a superar y enfrentar el flagelo del desplazamiento. Y aunque para Romero la Paz Total “es una apuesta difícil”, es la que considera que se debe buscar para darles incluso más valor a los procesos de paz parciales. “Todos esos procesos son de gran valor porque contribuyen, unos más que otros, pero tenemos un espectro de procesos de paz. Pero si no logramos cerrar todos los conflictos que hay, esto opera como un efecto globo donde los territorios que deja un grupo los toma otro”, remarcó.
Otro de los puntos importantes que puso sobre la mesa es la reforma a la Ley de Víctimas y Restitución de Tierras, con la que se busca, entre otras cosas, la superación del Estado de Cosas Inconstitucional (ECI) declarado en 2004 por la Corte Constitucional frente a los derechos de la población víctima de desplazamiento forzado.
Si bien para Romero en estos 20 años de declaración del ECI “se han logrado muchas cosas” como que la gente esté afiliada a régimen de salud, que haya más de 8,5 millones de personas reconocidas como desplazadas o que haya una afiliación a programas de subsidios, es necesario “hacer un homenaje al Tribunal Constitucional por la creación de esta figura de orden jurisprudencial que en el fondo es un llamado a la coherencia” con una actualización que derive en la superación de esa declaratoria.
Por último, también relacionado con la reforma a la Ley de Víctimas, el director del Codhes destacó que se trata de cumplir con la idea de hacer una consulta con las víctimas para reformar la norma y adaptarla al Acuerdo de Paz con las Farc. En sus conclusiones, Romero mencionó sobre la necesidad de hacer esa adaptación “porque hoy tenemos un Sistema Integral para la Paz y un Sistema de Atención Integral a las Víctimas como dos mundos separados y esto toca integrarlo”.
Haga clic en este enlace para ver la entrevista completa con Marco Romero Silva. Haga clic acá para ver los demás capítulos de Víctimas en la Agenda.
En la Unidad para las Víctimas “Cambiamos para servir” con el objetivo de seguir trabajando en acciones de cara a la implementación de una política que contribuya a la superación de los rezagos, brinde una reparación transformadora y le permita a quienes han padecido el conflicto armado acceder efectivamente a sus derechos.
