Escudo de Colombia y texto de la Unidad para las Víctimas

La Unidad para las Víctimas fue el principal actor humanitario en Caquetá y Huila en 2023

La atención oportuna de emergencias, producto de hechos asociados al conflicto armado y el pago de indemnizaciones a las víctimas del conflicto armado reveló la importancia del accionar de la entidad.

Balance en Huila- Caquetá durante 2023.

La vigencia 2023 finaliza en Caquetá-Huila con el pago de indemnizaciones a más de 4.800 personas víctimas del conflicto armado, por un monto cercano a los 49.633 millones de pesos, superando el recurso entregado desde la vigencia 2011.

Con el propósito de que las víctimas del conflicto armado realicen una adecuada inversión del recurso de la medida de indemnización, la dirección territorial Caquetá- Huila de la Unidad para las Víctimas ha acercado a organizaciones del sector productivo, entidades financieras, cooperativas e instituciones de educación superior en los espacios de entrega de cartas.

En el marco de la atención a emergencias, la Unidad para las Víctimas llegó a municipios como La Plata, en el occidente del Huila, con ayuda de inmediatez representada en kits de alimentación y elementos de alojamiento avaluados en 235 millones de pesos que impactaron a más de 1.000 personas afectadas por desplazamiento masivo; y bajo este mismo mecanismo, se apoyó a la comunidad de Santana Ramos, jurisdicción de Puerto Rico en Caquetá con ayudas de más de 212 millones de pesos, dirigidos a 360 núcleos familiares, víctimas de confinamiento. Florencia, por su parte, recibió apoyo en especie para 195 hogares por 229 millones de pesos.

También se brindó ayuda humanitaria de inmediatez a través de dinero en efectivo a víctimas del conflicto radicadas en los municipios de Campoalegre, Garzón, Íquira, Isnos, Neiva, Pitalito y Teruel en Huilla, y a Valparaíso en Caquetá, que sumaron 265 millones de pesos, a través de la estrategia de corresponsabilidad para casos de emergencias, aunando esfuerzos con las entidades territoriales.

En esta línea se formularon proyectos de iniciativas para la prevención de hechos asociados al conflicto armado como confinamiento y reclutamiento de niños, niñas y adolescentes, representados en dotaciones de mobiliario para el puesto de salud y la caseta comunal de la comunidad de Santana Ramos en Puerto Rico Caquetá, y el corregimiento de Aipecito en Neiva; de esta misma manera se gestionaron recursos para la vereda Santa Marta y El Triunfo de La Plata Huila, y el resguardo Nasa- Páez, ubicado en Rionegro, zona rural del municipio de Íquira en Huila. Cada proyecto sobrepasa los 80 millones de pesos en inversión reafirmando la presencia institucional, el fortalecimiento del tejido comunitario y los entornos protectores.

A esto se suma que las comunidades étnicas en Caquetá como Monaya Buinaima, Sujeto de Reparación Colectiva, avanzaron en la ruta destinada para mitigar los daños generados en conjunto por la violencia, y cinco cabildos en Puerto Rico, entre los que se encuentran: Pijao Calarcá, Montebello y Nassa Kiwe, iniciaron su alistamiento en la ruta que comprende cinco fases. Desde la dirección de asuntos étnicos se desarrollaron dos encuentros con comunidades en Puerto Rico y Florencia, para fortalecer la ancestralidad de los pueblos indígenas en esta región de Colombia.

Desde el proceso de retornos y reubicaciones se priorizaron proyectos por oferta, formulados desde las administraciones municipales en articulación con la Unidad para las Víctimas, en beneficio de comunidades focalizadas, es así como se entregaron esquemas especiales de acompañamiento comunitario en Pitalito e Isnos para dar cumplimiento a las acciones plasmadas en los planes de retornos y reubicaciones, como garantía de arraigo y calidad de vida de familias víctimas de desplazamiento forzado. En Santiago de la Selva, corregimiento de Valparaíso Caquetá se aprobó el Plan de Retornos y Reubicaciones que permitirá establecer acciones para fortalecer la identidad y la integración comunitaria.

También, se destaca el hecho de que las víctimas en 2023 recibieron una mejor calidad en la atención presencial y no presencial a través de los puntos y centros regionales de atención, y los canales virtuales descongestionaron el acceso a los servicios en los lugares establecidos y desde la distancia, 103.700 personas accedieron a consultas y trámites ante la Unidad para las Víctimas en Caquetá y Huila.

“Quiero destacar las estrategias de recuperación emocional y grupal presentes en los Centros de Atención, que también llegaron a los territorios a través de las diferentes jornadas, además, el fortalecimiento a las 55 mesas municipales y departamentales de víctimas recientemente elegidas en esta territorial, quienes representan a la población afectada por la violencia y se articulan al accionar de la entidad. Desde la Unidad para las Víctimas seguimos sembrando esperanza y trabajando por los cambios estructurales que requiere nuestro país en aras de garantizar una reparación integral para las víctimas y una vida con dignidad”, expresó Lesdy Marlody Rodríguez Quiñones, directora territorial de la Unidad para las Víctimas en Caquetá y Huila.

En la Unidad para las Víctimas “Cambiamos para servir” con el objetivo de seguir trabajando en acciones de cara a la implementación de una política que contribuya a la superación de los rezagos, brinde una reparación transformadora y le permita a quienes han padecido el conflicto armado acceder efectivamente a sus derechos.