En un emotivo y conmovedor evento, en el auditorio Rosalba Zapata Cardona en Apartado, Antioquia, se reunieron a familiares, organizaciones de víctimas de la subregión de Urabá para la conmemoración del Día de las Víctimas de Desapariciones Forzadas.
Fue una jornada llena de recuerdos, reflexiones y un firme compromiso por continuar en su búsqueda, que comenzó con una oración por los desaparecidos, y actos simbólicos de armonización, realizados por familias de las víctimas. En este solemne espacio se encendieron velas, rodeadas por mándalas, en honor a las y los desaparecidos.
En la galería artística se presentaron obras conmovedoras que ilustraban la vida y la personalidad de aquellos que desaparecieron, transformando así el dolor en arte y memoria. Cada imagen, cada fotografía y cada narrativa representada en audiolibros, contaban una historia única.
La ocasión marcó un espacio para rendirles homenaje a quienes no están, así como para apoyar a sus familias, desde la institucionalidad, en su búsqueda de verdad, justicia, reparación, medidas por las cuales, personas como Sandra Maquilon y Obeida Padilla han venido trabajando. “Hoy quisimos recordar a nuestras víctimas, a través de una galería en donde se expusieron fotos de nuestros desaparecidos y es una forma así de honrar la memoria de nuestros seres queridos”, expresó la delegada por este hecho victimizante en la mesa de participación de Apartadó, Sandra Maquilon.
A la conmemoración se unieron colectivos y organizaciones de víctimas, como el círculo de saberes de Riosucio, que han venido apoyando en el acompañamiento y la búsqueda desde las comunidades, de la mano con las instituciones.
“Nosotros somos personas buscadoras, buscamos a nuestros seres queridos desaparecidos; por eso, este evento, nos motiva cada día más a seguir en la búsqueda y darle un buen fin”, manifestó Néstor Tapias Palacios, de la organización multiactiva “Cacao vive” de San José de Apartadó.
En este mismo espacio, se realizó una exposición de documentales de investigación, abordando las desapariciones en torno a las diferentes búsquedas y las rutas establecidas, incluyendo las dinámicas de las migraciones, y las desapariciones registradas en el cruce y travesía del tapón del Darién. Esta ilustración en videos y audiolibros estuvo a cargo de la Unidad de Búsqueda de Personas Dadas por Desaparecidas.
La conmemoración culminó, con una reflexión y una puesta en escena de la obra teatral “Erase una vez,” presentada por la Corporación Cultural Camaleón, la cual representa la resiliencia y afrontamiento de las víctimas de la subregión de Urabá, frente al dolor.
En la subregión, de acuerdo con las cifras del Registro Único de Víctimas, hay 7.309 víctimas directas e indirectas de desaparición forzada que son sujetas de atención.
Resaltar el poder transformador de las víctimas del conflicto armado es una de las apuestas más importantes de la Unidad para las Víctimas. Seguimos trabajando para dignificarlas y reconocer su capacidad de cambiar las condiciones de vida de sus familias, comunidades y territorios; son las víctimas del conflicto armado quienes hoy deben tener la palabra, pues son quienes han dado segundas oportunidades y son el referente ético y moral para guiar al país hacia la Paz Total.
