Escudo de Colombia y texto de la Unidad para las Víctimas

Así avanza la reparación colectiva para víctimas campesinas, indígenas y afrocolombianas en Antioquia

insumos

Más de 3.000 personas pertenecientes a comunidades campesinas, indígenas y afrocolombianas del municipio de El Bagre, Antioquia, emprenden nuevos proyectos productivos, que les permiten mejorar su economía y resistir la violencia de los grupos armados.

Como parte del proceso de reparación colectiva que lidera la Unidad para las Víctimas, familias de las 19 veredas que conforman el corregimiento Puerto López diversifican sus cultivos con la siembra de árboles frutales como guanábana, níspero, naranjo, mango, aguacate y zapote, y otros productos como el cacao, caucho y plátano. Con ese fin recibieron semillas, herramientas e insumos agrícolas.  

Esto se complementa con la entrega de ganado a las mismas comunidades para el desarrollo de sistemas silvopastoriles en cada vereda. Estos proyectos son financiados con dineros de la Sociedad de Activos Especiales, SAE. 

A esto se suma la entrega de dotación mobiliaria y tecnológica para el mejoramiento de la sede del Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA) y sus programas educativos en el corregimiento. 

El líder comunitario, Manuel Tovar, explica que: “Estos proyectos sirven para materializar la reparación colectiva en este territorio, que ha sido victimizado por décadas debido al conflicto armado”.  

Y reconoce que: “Aunque el conflicto armado sigue activo, se mejora el tejido social, la alimentación y la economía de las familias, que empiezan a producir más allá de la minería con estos frutales y el silvopastoreo, porque la ganadería no debe incentivar la deforestación en esta zona que es de reserva”.  

Andes

También destaca que estas acciones reparadoras benefician directa e indirectamente a unas 2.500 familias de este corregimiento, donde en la actualidad se enfrentan por control territorial el Clan del Golfo, disidencias de la FARC y la guerrilla del ELN.  

Como consecuencia del conflicto, este año han ocurrido en esta zona de El Bagre:  homicidios, desplazamientos, confinamientos y desapariciones forzadas. 

Este plan tiene varias medidas implementadas como servicios de salud y una ambulancia, dotaciones deportivas y culturales para la recuperación de tradiciones, adecuación de escenarios deportivos, una obra de memoria histórica y la estrategia de rehabilitación psicosocial y comunitaria ‘Entrelazando’.

 

Comunidades en recuperación  

 

La reparación colectiva también mejora las condiciones de vida de las víctimas que habitan los resguardos indígenas Los Almendros, El Noventa y los consejos comunitarios afrocolombianos de Villa Grande, Nueva Esperanza y Chaparrosa. 

Estas poblaciones étnicas recibieron herramientas agrícolas, semillas tradicionales y 300 gallinas para la crianza de animales de corral y la construcción de huertas comunitarias que mejoran su seguridad alimentaria.  

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“Estas dotaciones y los proyectos ya implementados contribuyen a reparar, mitigar y resarcir los daños causados por el conflicto y la reconstrucción del tejido social que se había roto en nuestras comunidades”, expresó Oiden Julio Vergara, líder del consejo Villagrande. 

Según la directora territorial de la Unidad para las Víctimas en Antioquia, Claudia Patricia Vallejo: “Estos planes de reparación colectiva mejoran las condiciones socioeconómicas de miles de víctimas, permiten recuperar infraestructura, el tejido social y reparar otros daños ocasionados por el conflicto armado en zonas muy remotas”. 

La Unidad para las Víctimas implementa en Antioquia 24 Planes Integrales de Reparación Colectiva (PIRC) en comunidades campesinas, indígenas, afrocolombianas, organizaciones y población LGBT. Como resultado, durante el mes de abril se beneficiaron con la entrega de dotaciones para el mejoramiento de escuelas rurales, proyectos agrícolas, grupos deportivos y culturales las comunidades de los municipios de Ituango, Granada, San Luis, San Carlos, San Francisco y Yarumal. 

En la Unidad para las Víctimas “Cambiamos para servir” con el objetivo de seguir trabajando en acciones de cara a la implementación de una política que contribuya a la superación de los rezagos, brinde una reparación transformadora y le permita a quienes han padecido el conflicto armado acceder efectivamente a sus derechos.