En el 2013

Las mujeres víctimas de violencia sexual en el marco del conflicto armado, desde diferentes organizaciones realizan un llamado al Gobierno, visibilizando el delito, los daños y dimensiones psicosociales, políticas y morales tanto para ellas, como para sus familias y comunidades. 




En el 2014

Nace la estrategia para mujeres víctimas de violencia sexual que se implementó con el equipo técnico de la Subdirección de Reparación Integral, el grupo de Enfoque Psicosocial y el Grupo de Género de la Unidad para las Víctimas.




En el 2015

La Unidad para las Victimas consolidó metodológica y logísticamente la estrategia y se empezó a fortalecer el acompañamiento a mujeres víctimas de violencia sexual, mediante actividades grupales que contribuyeron a su proceso de recuperación emocional y reparación integral.





En el 2016

Este año se realizó un encuentro nacional de mujeres víctimas de violencia sexual que contó con la presencia de las mujeres que habían asistido a las jornadas departamentales.





En el 2017

La OIM, a través del programa de Fortalecimiento Institucional para las Víctimas financiado por USAID, apoyó a la Unidad para las Víctimas en la implementación de la estrategia de reparación integral a mujeres víctimas de violencia sexual en 7 direcciones territoriales: Antioquia, Caquetá, Cauca, Córdoba, Chocó, Nariño y Urabá.





En el 2018

La estrategia mantuvo su estructura y cobertura. Fortaleció el conocimiento de las afectaciones de las mujeres e incluyó momentos de atención psicosocial individual para abordar las afectaciones emergentes, por lo que se dispuso el acompañamiento individual de forma transversal durante los tres momentos de la estrategia.





En el 2019

La estrategia fue nuevamente actualizada en su componente metodológico. Se enmarcaron las acciones para brindar el acceso de las mujeres participantes a las medidas de reparación simbólicas con enfoque psicosocial. La estrategia tomó el nombre de “Vivificarte”, que viene del latín Vivicare, que significa confortar, animar, dar vitalidad o fuerza a una persona que había perdido la energía.