Escudo de Colombia y texto de la Unidad para las Víctimas

La Unidad para las Víctimas cerró brechas históricas de atención integral a las víctimas del conflicto armado en Santander

Durante 2023, se logró ampliar la atención integral llegando a los territorios más alejados de las cabeceras urbanas del departamento.

Balance en la dirección territorial de Santander de la Unidad para las Víctimas.

Son varios los aspectos en los que se avanzó en el cierre de brechas históricas de atención integral a las víctimas del conflicto armado en Santander. La Unidad para las Víctimas llegó a los municipios de las cabeceras urbanas con las Estrategias de Recuperación Emocional Grupal (EREG) a 329 personas transformando vidas en municipios en 12 municipios que no habían sido atendidos antes como Capitanejo, El Carmen de Chucurí, Cerrito, Galán, Bolívar, entre otros.

Edinson Rueda Sepúlveda, fue una de las 329 personas atendidas con la estrategia Psicosocial Hilando capacidades, para el manejo emocional y contó que “saca uno algo que lleva del pasado, que no ha podido expresar, en estas reuniones a ver que cada persona va a sacando ese dolor que tienen dentro, uno también se inspira y saca lo que en años no pudo ni contarle a la familia”.

Además, a partir de mayo del 2023,  través de la caracterización y registro se reconocieron y se visibilizaron a las víctimas del conflicto de las comunidades y organizaciones étnicas Emberá Dobidá, afros, y Rrom de la companya de Girón.

Con los pueblos étnicos se trabajaron diferentes estrategias llegando a 273 personas con quienes se fortalecieron sus usos y costumbres a través de las expresiones culturales y la dignificación de sus derechos a la reparación integral. Las medidas alcanzadas fueron de atención psicosocial, pago de indemnizaciones y se sigue trabajando con ellos el protocolo de participación.

Ricardo Chamorro Forastero es indígena del pueblo Emberá Dobidá que actualmente habita en el asentamiento humano de Nueva Colombia, en el municipio de Piedecuesta. La Unidad para las Víctimas realizó con esta población las jornadas de caracterización y registro que están permitiendo trabajar en una reubicación.

Al respecto de la casa común en el terreno que ellos esperan ser reubicados, Ricardo Chamorro describió: “Es una casa comunal “la tambo”, en donde las mujeres hagan actividades para enseñar a los niños y las niñas danzas “porque no pueden olvidar de nosotros cultura”, pintar la “jagua” o “pintura corporal”, la “paruma panameña” o “vestido” que se hace más bonito cuando pueden poner y quitar camisa, desnuda se pinta y enseña a pintarse, a tejer las chaquiras, collares, aretes, así hacen cultura. No puede olvidar de nosotros lengua”.

Además, en el año 2023, desde abril que se iniciaron los pagos de las indemnizaciones de esta vigencia y hasta noviembre, se aumentó en 24% la cifra de indemnizaciones administrativas para las víctimas respecto a 2022, alcanzando 1.465 giros entregados a 1.166 personas por más de 16.000 millones de pesos ($16.180.359.876).

Hernando Tavera, víctima del conflicto armado en condición de discapacidad señala que “en este momento que llega una oportunidad (la indemnización), si bien no se soluciona el daño que nos han causado, gracias a Dios este Gobierno al menos se está acordando de las víctimas”.

Con las jornadas de indemnización realizadas durante el año, el director territorial Santander de la Unidad para las Víctimas dijo: “Esperamos que este recurso les sirva para llevar a cabo sus proyectos, que puedan cumplir sus sueños, situación que han tenido que esperar durante varios años, pero el día de hoy ha llegado la reparación a sus casas y sus familias”.

Finalmente, la Unidad para las Víctimas trabajó de la mano con las mesas de participación efectiva, primero en el proceso de inscripción y elección de las nuevas mesas locales y departamentales y luego con la elección de la Mesa Nacional a principios de diciembre.

En la Unidad para las Víctimas “Cambiamos para servir” con el objetivo de seguir trabajando en acciones de cara a la implementación de una política que contribuya a la superación de los rezagos, brinde una reparación transformadora y le permita a quienes han padecido el conflicto armado acceder efectivamente a sus derechos.