En Cundinamarca se encuentran registradas 192.214 personas víctimas del conflicto armado, que corresponden al 5,4% del total de la población en el departamento, que cuenta con un censo de 3.577.177 habitantes. Es así como la mesa de víctimas de Cundinamarca, que está integrada por 25 representantes de diferentes territorios, se reunió en el municipio de La Mesa para rendir cuentas sobre la gestión realizada durante la vigencia 2021-2023, en beneficio de las víctimas del conflicto que residen en esta región del país.
Esta mesa, que trabaja de forma articulada con las 116 mesas municipales que conforman el departamento, gestionó procesos de recolección de información, incidencia y fortalecimiento de diversas iniciativas en relación con la política pública de víctimas, dotación y entrega de kits. De igual manera, alertó sobre diversos riesgos de seguridad, situaciones de reclutamiento forzado y la atención de ayuda humanitaria para las personas víctimas del conflicto.
La Unidad para las Víctimas acompaña en Cundinamarca seis sujetos de Reparación Colectiva, siendo la mesa departamental fundamental en el proceso de seguimiento para el cumplimiento de las acciones pactadas.
Desafíos y dificultades: La clasificación del Sisbén, la limitada oferta para los proyectos productivos y la ausencia de territorios PDET en el departamento limitaron la inversión por parte del Gobierno Nacional, siendo dificultades identificadas por esta instancia de participación.
Recomendaciones: Algunas de las recomendaciones de la mesa saliente a la entrante, que contará por primera vez con un periodo de cuatro años, corresponden a la necesidad de socializar el Informe Final de la Comisión de la Verdad, la ampliación del grupo etario para aplicar a becas de educación superior, mayor participación en los procesos de memoria histórica, creación de una mesa territorial de desaparición forzada y su articulación con las entidades competentes, entre otras.
El informe presentado destaca la importancia de ser parte de las reformas de la Ley de Víctimas para promover soluciones duraderas para la atención y reparación integral de las personas que sufrieron los impactos del conflicto armado.
En la Unidad para las Víctimas “Cambiamos para servir” con el objetivo de seguir trabajando en acciones de cara a la implementación de una política que contribuya a la superación de los rezagos, brinde una reparación transformadora y le permita a quienes han padecido el conflicto armado acceder efectivamente a sus derechos.
