El Fondo para la Reparación a las Víctimas administra, recibe y monetiza bienes muebles e inmuebles con el fin de destinar los recursos a la reparación en el marco de los procesos de Justicia y Paz. Así mismo, la reparación integral contempla otras medidas como: satisfacción, rehabilitación y garantías de no repetición que responden a las particularidades de la población víctima.
Bojayá en el Chocó, una comunidad referente de tradición y cultura y, sin embargo, uno de los capítulos más dolorosos del país por cuenta de la violencia. El episodio ocurrido en el año 2002 en esta tierra surcada por el río Atrato es un ejemplo de lo que no debe repetirse, pero también una enseñanza de resistencia y recuperación.
A través de su Grupo de Enfoque Psicosocial (GEP), la Unidad para las Víctimas ha venido cualificando y ampliando su oferta de atención y acompañamiento a personas de todas las edades y comunidades afectadas por los diferentes hechos victimizantes. La inclusión de lineamientos diferenciales en las estrategias de recuperación emocional con enfoque de género no son solo un gran avance, sino que también son garantía de sus derechos.
En el décimo aniversario de la Ley de Víctimas, la historia de una cordobesa que fue afectada por la guerra con cuatro hechos victimizantes deja ver que ha logrado salir adelante siendo un ejemplo de resiliencia, empuje y emprendimiento.
Desde hace tres años, Asorepad, una asociación de víctimas y victimarios, trabaja por el desarrollo de una granja turística que promueve la reconciliación y la resiliencia en el Urabá, región que registra más de 629.000 víctimas del conflicto.
Por Erick González G.
Las víctimas del conflicto como María Eugenia Urrutia, Yolanda Perea y Mayerlis Angarita han hecho parte de las estrategias de recuperación emocional grupales e individuales emprendidas por la Unidad para las Víctimas, pero también han creado sus propias iniciativas y han llegado a más personas. De esta manera, contribuyen a reparar y a sanar el daño ocasionado por la violencia.