Es un homenaje a quienes perdieron la vida en los hechos, para no olvidar a las víctimas, honrar su recuerdo y conservar la memoria histórica para quienes quieran conocer lo sucedido y que esto no vuelva a repetirse.
El 2 de mayo de 2002, en medio de combates que sostenían la guerrilla de las FARC y paramilitares.
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Las heridas del cuerpo no son comparables con las heridas del alma que sacudieron el espíritu de Yurley Martínez.
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De la mano de la Unidad para las Víctimas diversas acciones enmarcadas en el plan de reparación colectiva
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