El delito de violencia sexual es una grave transgresión a los derechos, a la dignidad, a la integridad y la libertad de quienes lo sufren. Involucra el cuerpo, la intimidad y va en contra de la voluntad. Implica violaciones, actos sexuales abusivos, desnudez, tocamientos y abortos forzados, trata de personas y/o mutilación de órganos y utilización del cuerpo como arma de guerra, entre otros.
En la Unidad para las Víctimas acompañamos a las mujeres sobrevivientes de estos hechos y las apoyamos en la reconstrucción de sus proyectos de vida, desarrollando estrategias de asistencia, atención y reparación que responden a los graves daños que este tipo de violencia ha generado en sus vidas.
Hoy, 25 de mayo, dignificamos a las más de 30.000 víctimas de delitos contra la libertad y la integridad sexual que integran el Registro Único de Víctimas, como también a aquellas a quienes les callaron su voz. Seguimos contribuyendo a su recuperación emocional y a la reparación integral.
Por el “Día nacional de la dignificación a las víctimas de violencia sexual en el marco del conflicto armado”, el testimonio de Luz Marina Pérez, sobreviviente de uno de los símbolos del terror en el Catatumbo, en época de la masacre de La Gabarra, quien se convirtió en una de las 1.222 víctimas por abuso a su integridad sexual y en otra de las 2.526 secuestradas en el departamento de Norte de Santander.
Por Erick González G.